lunes, 26 de marzo de 2018

Extendiendo las alas

China ya ha devuelto el golpe al anuncio de guerra por parte de EEUU al imponer aranceles a los productos chinos. Hoy, como os he venido diciendo, ha entrado en funcionamiento de forma oficial el petroyuan. A la hora de escribir esto todavía seguían abiertos los mercados chinos pero ya hay los primeros datos: se han firmado más de 23.000 contratos de transacciones petrolíferas por un importe de 10.000 millones de yuanes, que equivale exactamente a 1.600 millones de dólares. Eso significa que hoy ha habido en el mundo 1.600 millones de dólares menos que ayer. El fin del petrodólar ha comenzado y, con él, el fin definitivo de la hegemonía estadounidense.

Es decir, éxito rotundo de la apuesta china y significa que hay una demanda significativa, que mucha gente estaba esperando una puerta abierta diferente al dólar y la ha atravesado sin tapujos.

Junto a ello, China ha hecho otro movimiento que indica a las claras que no se achanta: está realizando el mayor ejercicio aéreo-naval nunca realizado bajo el sugestivo nombre, muy chino, de "Es primavera. Extendamos las alas sobre el océano". El Ejército Popular de Liberación, nombre oficial del ejército en China, ha dicho de forma clara que los ejercicios "son ensayos para futuras guerras y son la preparación más directa para la guerra". Nunca, hasta ahora, China había utilizado un lenguaje semejante.

Voy a estar unos días descansando. Como de costumbre, os dejo un poco de autobombo. Estas son las páginas más vistas hasta ahora.



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Y, como de costumbre, un poco de música. Esta vez árabe, de Argelia. Por desconocida, porque es una pieza maestra de cómo se toca el darbuka, un instrumento de percusión típico árabe, y porque Souad Massi es la cantante por excelencia de todo el Magreb para mí. Y, además, porque aunque sea una canción triste -de un amor que se ha ido y a quien se añora mirando el pozo todos los días mientras sale el sol- está cantada de una forma muy alegre. Su título es "Tallit al bir", miro el pozo.


El Lince


viernes, 23 de marzo de 2018

El primer baño de sangre

La guerra ya está aquí. La desesperación de EEUU por su pérdida de hegemonía es de tal calibre que hay que echarse a temblar, aunque todavía no llegue la sangre al río pese a que hoy se haya visto ya un primer baño de sangre. EEUU ya está en guerra con China, aunque los chinos han respondido como siempre suelen hacerlo: con paciencia. Su tiempo no es el nuestro. Ellos van a lo suyo y, siguiendo con los proverbios, como os decía el otro día, tienen otro que dice: "no temas ir lento, lo que tienes que temer es pararte". China a nivel económico y Rusia a nivel militar han situado a EEUU fuera de la posición global dominante. Digo han, no que lo vayan a hacer. Ya lo han hecho. El cambio es inevitable y el nuevo orden multilateral que está surgiendo sólo puede intentar pararse de una forma: la guerra. Pero no una guerra clásica, sino que será una guerra híbrida. O sea, se utilizarán nuevas estrategias que vayan graduándose hasta llegar a las bombas, que son el último recurso. Con Rusia esa guerra se llama sanciones. Con China esa guerra se llama aranceles.

EEUU no tiene ninguna opción. Por el tipo de país que es, arrogante, no puede permitirse el lujo de echarse atrás y permitir que China sea el país más poderoso del mundo. No sólo por la diferencia de sistemas políticos, con independencia de la aplicación económica, sino por los valores. China no es injerencista, EEUU sí. Por lo tanto, EEUU tiene que ir a la guerra porque en ello le va su supervivencia.

Hoy ya se ha visto el primer resultado de esa guerra, el baño de sangre en todas las bolsas asiáticas, todas, que han bajado de forma espectacular. Gracias a EEUU, el capitalismo ha tenido hoy uno de sus peores días y eso va a suponer un reposicionamiento de alianzas que ya se está dejando entrever.


EEUU ha impuesto aranceles a los chinos por valor de 60.000 millones de dólares. China ha respondido imponiendo aranceles a los estadounidenses por valor de 3.000 millones. O sea, ha respondido con mucha moderación y dando a EEUU, con elegancia, la posibilidad de rectificar antes de ir a la guerra abierta.

China no tiene prisa. EEUU ha impuesto los aranceles tres días antes de que entre en funcionamiento el petroyuan. No es casual. Ha querido adelantarse y ha querido hacer daño, al tiempo que está avisando a otros países sobre lo que es capaz de hacer para no perder su hegemonía mundial. Pero ya es tarde. Muy tarde.

El petroyuan está respaldado por los bonos del Tesoro de EEUU que tiene China, lo que va a ayudar a impulsar el gasto deficitario de EEUU. Eso significa que cuando China se deshaga de esos bonos, como ha venido haciendo (y lo mismo Rusia), los problemas de EEUU no harán más que crecer.

El valor del dólar depende, sobre todo, del petrodólar. O sea, de su situación mundial como moneda de comercio del petróleo. La entrada del yuan lo debilita ya en sí mismo. Por que, además, lo que diferencia al petroyuan del petrodólar es que se va permitir a los productores de petróleo que conviertan los yuanes en oro en la Bolsa de Oro que ya tiene China y que lleva dos años funcionando, por lo que de inmediato el dólar desaparecerá de las transacciones petroleras. Tal vez por eso la cotización del oro lleva toda la semana subiendo sin parar, en paralelo al descenso del dólar.


Es decir, se han puesto todas las condiciones para que el dinero del petróleo vaya hacia el yuan y el oro y no hacia los dólares y los bonos del Tesoro de EEUU. Y aunque lo haga sólo China eso va a suponer que todos los días desaparecerán del mercado 510 millones de dólares, que es lo que gasta ahora China en la compra del petróleo, unos 8'5 millones de barriles diarios.

Sumad a Rusia, que desde el año 2015 tiene un acuerdo con China para vender y comprar petróleo y gas en sus propias monedas y a Irán, que desde el 1 de este mes anunció que deja de utilizar el dólar, y tendréis una composición más clara de lo que está pasando y el por qué EEUU hace lo que hace. Incluso se debe añadir a Venezuela y su "petro", también recientemente atacada por EEUU.

Pero aún hay más, el petroyuan es la carretera asfaltada sobre la que circulará en 2025 la Nueva Ruta de la Seda, el proyecto de infraestructura más grande de la historia: ferrocarriles, carreteras, oleoductos, puertos y aeropuertos. Eso va a redibujar el mapa económico mundial.

China lo anunció en el lejano año de 1999 y eso le costó un bombardeo por parte de EEUU: el ataque a la embajada china en Belgrado. Los chinos nunca olvidaron, aunque no respondieron. Al menos bélicamente. Lo que hicieron fue acelerar los plazos y lo que se preveía, entonces, 1999, para el 2030 se ha convertido en realidad en 2017 en muchos aspectos, y será total en el 2025 también en la cuestión militar y no solo por la Nueva Ruta de la Seda.

Por dar un dato, sólo entre ese año de 1999 y el 2006 China construyó más carreteras y autopistas que EEUU en toda su historia. Veréis así hacia dónde se inclina la historia y sobre qué eje está girando, ya, el siglo XXI: el siglo de Eurasia.

El Lince

miércoles, 21 de marzo de 2018

A la desesperada

Dos cosas han ocurrido estos últimos días que indican que EEUU va a la desesperada. Consciente de su pérdida de hegemonía, constante, se está convirtiendo cada vez más en un factor muy peligroso para el mundo.

La primera tuvo lugar el día 19, cuando Trump emitió una orden ejecutiva prohibiendo la compra del "petro" venezolano. La segunda hoy cuando ha dicho que puede aplicar la Ley para Contrarrestar a los Adversarios (sic) contra todas las empresas que participen en la construcción del gasoducto Corriente del Norte 2 con Rusia.

La prohibición del "petro" es una buena y mala noticia para Venezuela. Buena porque indica que la criptomoneda es un acierto y que sus primeros movimientos han sido más exitosos de lo esperado. De hecho, tras el anuncio de Trump todas las criptomonedas han bajado su cotización, por lo que están obligadas a buscar un margen de maniobra conjunto si no quieren verse metidas en la misma cesta. EEUU se comporta cada vez más como un animal herido y eso le hace cada vez más peligroso porque es cada vez más imprevisible. Con Trump o sin Trump. Es una cuestión del sistema. Mirad este gráfico y lo entenderéis.


Resulta que las criptomonedas, todas, habían tenido una subida espectacular coincidiendo con la reunión que el G-20 tiene estos días en Argentina. Llega Trump y arremete contra el "petro" y todas bajan. La pregunta es por qué y si ha tenido algo que ver la posibilidad de que en el G-20 no se arremetiese contra las criptomonedas. La respuesta es sí, puesto que el G-20 pese a intentar nadar entre dos aguas, es decir, afirmando, por una parte que no va a haber represalias inmediatas sobre las criptomonedas, sí ha dicho, por otra parte, que ante el rápido crecimiento de las mismas se hace necesaria una regulación de ese tipo de dinero "porque en algún momento podrían tener implicaciones para la estabilidad financiera".

EEUU no ha arremetido contra el "petro" por manía persecutoria contra Venezuela, que también, sino porque ve que el chiringuito se va de las manos para todo Occidente e, incluso, se le va de las manos incluso dentro del propio país porque se estima que ya el 8% de la población estadounidense tiene o actúa con criptomonedas. Básicamente, con el bitcoin y el ethereum.

La medida de Trump contra el "petro" afecta únicamente a los estadounidenses o a quienes residan en EEUU. Pretende también que desaparezca de las casas de intercambio electrónico del mundo, especialmente por las que pasan por EEUU. Pero aunque eso pueda hacer daño al "petro", no es tanto como se pretende dado que, por ahora, la mayoría de las transacciones que se han hecho en esta criptomoneda han sido en yuanes.

El anuncio de sancionar a las empresas que participen en la construcción del gasoducto Corriente del Norte 2 supone un ataque directo contra todos los principios que el capitalismo dice defender, como la economía de libre mercado, por ejemplo. Si todavía os creéis los cuentos para niños de los valores occidentales y todas estas zarandajas, aquí tenéis otra muestra más de que tenéis que hacer una profunda revisión de vuestras creencias. A Occidente, y a EEUU en particular, le importa una mierda todo lo que no sea su supremacía. Si él gobierna, todo está bien y todas las normas están bien y son correctas. Si pierde poder, como está ocurriendo, patea el tablero y se vuelve muy, muy peligroso. Es una fiera herida de muerte, pero antes de morir aún puede hacer mucho daño.

Lo intentó con el Tratado de Libre Comercio con la UE, y ahora lo vuelve a intentar. Las exportaciones de gas a Europa son su meta, pero se da la curiosa circunstancia que son mucho más caras, para Europa, que el gas que llega de Rusia. Esa menudencia le importa otra mierda a EEUU. Por eso lo que necesita es deshacerse del único obstáculo que tiene ahora, dado que el tapón de Ucrania ya no es eficaz, y es deshacerse del oleoducto que llevará gas directamente a Alemania. No es probable que lo consiga, pero si lo hiciese aún tiene otro frente abierto, el gasoducto Corriente Turca, que ya está en construcción muy avanzada y que entrará en funcionamiento en junio de 2019. Es decir, dentro de poco más de un año.



Aquí EEUU no actúa en solitario, sino con el respaldo de los neonazis ucranianos, polacos, lituanos, letones y moldavos. Incluso el ex secretario de la OTAN, el siempre mezquino Rasmussen, se ha sumado al coro neonazi para intentar prohibir el gasoducto Corriente del Norte 2.

No es probable que Alemania ceda. Para este país es vital que el gas llegue sin interrupción puesto que es uno de los mayores consumidores de gas del mundo. Lo necesita no solo para las casas, sino para la industria que es, básicamente, exportadora. Si deja de exportar, Alemania deja de ser Alemania, es decir, el motor de Europa. Sus principales proveedores de gas son, por este orden, Rusia, Noruega y Gran Bretaña. Pero los dos últimos son insuficientes por sí solos, ni siquiera juntos, para suplir el gas ruso.

Además, en virtud de la situación política interna, Alemania va a eliminar su producción de energía nuclear en 2021, por lo que se ve abocada a un mayor consumo de gas a partir de ese año.

Estamos a punto de ver un bonito enfrentamiento entre EEUU y Alemania. Queda por ver cuál es la postura de la UE, aunque habrá dos campos opuestos que pondrán de manifiesto que eso de "Unión" Europea es una falacia, además de estar ya muerta: por una parte los países del Este, rusófobos hasta la náusea, y los occidentales, que no es que sean muy amigos de Rusia, tampoco, pero que al menos no quieren perder la amistad con Alemania.

EEUU se muere y actúa a la desesperada. No solo con estos movimientos, sino que ahora se tiene que enfrentar a otra amenaza mucho mayor: el petroyuan. Desde el 18 de enero China ha venido realizando pruebas, reales y simuladas, en la Bolsa Internacional de Energía de Shanghái sobre la compra de petróleo en yuanes y no en dólares. Esas pruebas han sido exitosas y el día 26 de este mes el petroyuan será definitivo.

La fijación de precios y comercialización del petróleo en yuanes va a asestar un golpe mortal al dólar. No será inmediato, por supuesto, pero como mayor importador de petróleo del mundo y principal fuente de inversión para las naciones productoras de petróleo, China va a tener la sartén por el mango sobre el tiempo que le queda de hegemonía al petrodólar.

Me gusta mucho la cultura china. Uno de sus proverbios dice: "el agua goteante perfora la piedra". China poco a poco ha ido preparando el terreno para todo lo que está pasando. La piedra aún no ha sido perforada, pero sí tiene ya claras las marcas de su erosión y terminará rompiéndose y convirtiéndose en polvo.


El Lince

lunes, 19 de marzo de 2018

No está mal, pero es poco

Putin ganó, como era previsible. Más que ganar, ha arrasado. Hay que dar las gracias a Occidente, otra vez, con la estupidez del envenenamiento de agentes en Gran Bretaña y el cierre de filas, ONU incluida, de todos contra Putin. Eso ha galvanizado a una gente que iba a quedarse en casa más que otras veces y que, finalmente, ha provocado que la participación estuviese cerca (68%) de la propugnada por Putin, el 70/70. Todo Occidente ha trabajado con denuedo para que las elecciones fuesen un fracaso. El Kremlin, y Putin en particular, deben estarle muy agradecidos por todo lo contrario.

Ha habido sitios, como Crimea (92'15%) o Chechenia (91'44%), que hablan por sí solos de lo que supone Putin para ellos. Eso le debería hacer pensar a Occidente, si es que hay alguien que piensa ahí.


Por lo demás, y como os he venido diciendo, nada nuevo bajo el sol. La tan cacareada "oposición prooccidental" es inexistente (1'67+0'76+1'04). El neoliberalismo más neoliberal, aunque en Rusia se reviste de nacionalismo, está en la irrelevancia (5'66%) y sólo el Partido Comunista tiene algo que decir frente a Putin. Ha conseguido el 11'79%, que no está mal pero que es poco. No está mal porque ha subido más de cuatro puntos respecto a la última encuesta que se conoció, pero se queda por debajo del 13% que se había marcado como objetivo más modesto. La valoración es la que hacen todos: que si hubo irregularidades, que si no ha sido una elección justa, que si...

Fuera de todo ello hay algo para la esperanza: ha conseguido unos resultados espléndidos en varias regiones que le van a servir de mucho de cara a las elecciones a gobernadores y a alcaldes en septiembre. Por ejemplo, en Jakutia ha conseguido el 27'25%, en Altai el 23'67%, en Primorie el 21'39%  y en Omsk el 20'39%. El partido de Putin, Rusia Unida, tiene que ponerse las pilas a nivel social si quiere mantener el chiringuito para entonces. Incluso en Moscú el PC ha logrado un porcentaje mayor que a nivel federal, el 12'47%. Insisto, no está mal pero es poco. El PC se ha salvado, por los pelos casi, de caer en la irrelevancia total.

Eso tiene que provocar una verdadera renovación en el PC. Porque aunque el porcentaje no está mal, sí está por debajo de lo logrado en 2012 (el 17% entonces) aunque en esa ocasión no hubo la campaña en contra que sí ha habido ahora. El PC necesita rejuvenecer el liderazgo y el planteamiento, y no eligiendo a millonarios, precisamente, como candidatos.

La abrumadora mayoría de Putin, acuciada por la agresión occidental contra él, hace difícil medir el nivel de apoyo real para el PC, de ahí que haya que esperar a septiembre para hacerse una idea cabal y si con un liderazgo más joven, convincente y capaz, se puede convertir en el "ogro" otra vez. Y en contra de lo que se cree, con porcentajes como los mencionados más arriba no son únicamente los mayores, los nostálgicos de la URSS, quienes le apoyan sino una parte importante de la nueva generación, la nacida en los estertores de la URSS y tras su desaparición.

Las otras dos formaciones a su izquierda han logrado el 0'68% y el 0'65%, respectivamente. No hubiese supuesto mucho ese 1'5% escaso si se hubiese sumado al PC, pero sí se ha iniciado ya un ligero debate en esas dos formaciones para intentar vincularse al PC en otras elecciones si hay un cambio tanto de dirigentes como de planteamientos, más a la izquierda y menos "socialdemocratizantes".

Por cierto, un amigo me envía esta foto desde Ekaterimburgo. La placa de abajo fue colocada por el Komsomol, las juventudes del PC en 2011 y aún sigue ahí.


La parte de arriba es una placa conmemorativa dedicada a Boris Yeltsin y menciona los cinco años de su presidencia. La parte de abajo dice: "Durante su presidencia se privatizaron todas las industrias propiedad del pueblo, se redujo el nivel de vida, la pobreza alcanzó el 64%, una guerra en Chechenia mató a 160.000 personas, hubo 26 ataques terroristas y la población sufrió una pérdida de 7'7 millones de personas".

Para que os ayude a interpretar, y entender, lo que ocurre en Rusia con Occidente y los prooccidentales.

El Lince

viernes, 16 de marzo de 2018

No descartar a los comunistas, todavía

Las elecciones en Rusia de este domingo van a tener un ganador claro: Putin. Está a años luz de distancia del resto. Pero a medio plazo tiene un contrincante peligroso: el Partido Comunista.

Es la sorpresa de estas elecciones. La sorpresa porque todo el mundo ha arremetido contra él y lo ha hecho por el candidato que ha elegido: Pavel Grudinin, el director de una exitosa granja llamada, todavía, "Lenin" en la que los trabajadores cobran el doble del sueldo medio en Rusia y cuentan, además, con atención sanitaria gratuita, así como guarderías, educación infantil y viviendas también gratis. O sea, que el costo de todo ello lo asume la granja con los beneficios que genera la explotación de sus productos, básicamente agrícolas. En la zona de Moscú se conoce a la granja "Lenin" como "el oasis socialista en la jungla capitalista".

Este hombre es ingeniero y ha pasado toda su vida en la granja, sovjoz, o sea, granja estatal aunque ahora, desde la desaparición de la URSS, ya no lo sea. Está allí desde que tenía 19 años y ahora tiene 57 y ha pasado por todos los puestos, dese almacenista hasta director. O sea, todo un perfil soviético. 

El PC ha pasado de los fosilizados dirigentes a dar un salto mortal al elegir a este hombre que es... un millonario. Y este es su talón de Aquiles y por donde el poder, o sea, quienes apoyan a Putin, le están dando y dando con campañas sucias como si tiene cuentas en Suiza y cosas así. Y al menos una sí tiene. Desde enero, cuando las encuestas le daban un 11% (el PC se ha marcado como objetivo llegar al 13%), la campaña ha sido tan brutal y masiva que ahora mismo la última encuesta conocida le otorga sólo el 7'3%. Y eso, con ser poco, supone ya una pequeña subida puesto que el mes pasado estaba en el 6%, por debajo del neoliberal-nacionalista Partido Democrático Liberal.

Putin tiene buena prensa, pero no tanta como se dice en Occidente. Putin es muy hábil porque desvía las críticas hacia su primer ministro, Medvedev, sobre todo cuando se le ataca por las cuestiones sociales y económicas y que él tuvo que reconocer en su discurso del 1 de marzo y del que os hablaba el otro día. Esto ha sido así hasta ahora, pero la confianza no es eterna. Eso se traduce en que el porcentaje de participación que se estimaba antes de ese discurso era de un escaso 52% y eso hubiese supuesto que Occidente hubiese multiplicado hasta el infinito la campaña contra él: que si poca participación, que si fraude, que si... De ahí que su discurso sobre la superioridad armamentística lo pronunciase a quince días de las elecciones, para galvanizar la participación. La meta del partido de Putin, Rusia Unida, es 70/70. O sea, el 70% de participación y el 70% de apoyo a Putin.

Sin embargo, en las ciudades el porcentaje de participación se estima, aún ahora, mucho más bajo. Se sigue situando en torno a ese 50-60% de antes del discurso. De hecho, en las ciudades de entre 500.000 y un millón de habitantes ese porcentaje de apoyo a Putin se mantiene inalterable. Es alto, desde luego, pero no tanto como le gustaría a él. Y es aquí donde el candidato del PC es mucho mejor valorado. En las grandes ciudades, como Moscú, el porcentaje de participación siempre ha sido muy bajo. Por dar un dato, en las últimas elecciones municipales, que ganó Rusia Unida, el porcentaje de participación fue del algo menos del 18% mientras que en la presidenciales nunca se ha superado el 58%. Este es el gran temor de Putin... y donde se basan las esperanzas del PC, que se presenta en una especie de frente de izquierdas "social y patriótico" con lemas como nacionalización, presupuestos sociales y lucha contra los oligarcas.

Ya os dije que según una macroencuesta realizada en noviembre del año pasado, el 58% de la población añora la URSS. Es decir, que una importante mayoría de la población se opone profundamente a la política neoliberal del Kremlin, aunque Putin es muy hábil y desvía las críticas hacia su primer ministro Medvedev. De ahí que en su discurso hablase en repetidas ocasiones de "un nuevo gobierno" tras las elecciones del domingo que viene. Putin se sale con la suya básicamente gracias a su política exterior, que muy pocos critican. Pero en unos momentos en los que resurge el sentimiento social, o socialista y colectivista, eso no es suficiente. De ahí el énfasis en las cuestiones económicas y sociales que dio a su discurso del 1 de marzo.

Y esa es la baza comunista de cara a las elecciones regionales y municipales, que serán en septiembre. De mantenerse el bajo nivel de participación en ellas, como en las anteriores, el candidato del PC tendría muchas posibilidades de ganar. Todo va a depender del porcentaje que consiga finalmente ahora. Si baja del 10% la batalla está perdida, pero si sube y sobre todo si sobrepasa el 13% el triunfo en la batalla por la gobernación de Moscú, así como la alcaldía, lo tendrá al alcance de la mano porque el voto comunista en las municipales y regionales es bastante fiel. De ahí la campaña contra el PC.

Dicen que el PC forma parte de la "oposición sistémica", o sea, impulsada por Putin para que parezca que tiene oposición, pero en la realidad es la única formación que puede -y hace- algo de sombra a su omnipresencia. Gobierna algunas regiones, como Irkutsk (2'5 millones de habitantes) y Orel (800.000 habitantes), por ejemplo, y unos cuantos ayuntamientos, como el de Novosibirsk (1'6 millones) como el de mayor relieve. Esta ciudad es la tercera en cuanto a población, solo por detrás de Moscú y San Petersburgo. El modelo de alcaldía que se viene poniendo en práctica está muy alejado de los tradicionales de Rusia Unida. Es un buen espejo donde se puede mirar la gente y eso es lo que provoca el miedo al candidato del PC en estas elecciones que, como digo, no son otra cosa que un trampolín para las otras. Por eso no hay que descartar a los comunistas en Rusia, todavía.

A su izquierda también hay otras tres formaciones que se proclaman comunistas, pero no cuentan, ni mucho menos, con el peso del tradicional PC.

El Lince

miércoles, 14 de marzo de 2018

La guerra de las galaxias al revés

La Unión Soviética había comenzado la década de 1980 con unas perspectivas económicas brillantes, su Producto Interior Bruto estaba creciendo y se situaba casi en el 67% respecto del de EEUU. Se calculaba que al llegar al año 2000 estaría ya en el 82% respecto de EEUU. Pero la URSS cometió un error de grueso calibre: caer en la trampa armamentística de Ronald Reagan, la famosa "guerra de las galaxias". Todo el gasto se fue hacia las armas y eso, acompañado con la putrefacción orgánica del Partido Comunista, terminó no sólo en la perestroika sino en la desaparición de la URSS.

Pues bien, casi cuarenta años más tarde la situación es justamente al revés. El anuncio de Putin del 1 de marzo sobre la superioridad cualitativa del armamento ruso ha puesto a EEUU en la misma situación en que estaba la URSS: EEUU tiene que embarcarse en un proyecto de renovación armamentística en unos momentos en los que la situación económica no es boyante y eso tiene mucho que ver, también, con la medidas de Trump sobre el proteccionismo y la imposición de aranceles.

La diferencia entre entonces y ahora no solo es esta, sino que Rusia ahora puede dedicarse con calma a fortalecer su "agenda social", o sea, la otra parte del discurso de Putin y que ha pasado desapercibido para Occidente.

Putin utilizó todos los medios a su alcance para hacer estos anuncios quince días antes de las elecciones. No porque tema perderlas, en absoluto, sino por el bajo porcentaje de participación que se preveía y que apenas sobrepasaba el 50%. Putin quiere que la participación se sitúe alrededor del 70%, pero de todo ello hablaré en la próxima entrega.

Como digo, la otra parte de la intervención de Putin fue la económica. Anunció una revisión masiva de la infraestructura, principalmente transporte, servicios públicos y sectores de comunicación. Esto no es nuevo, ya lo propuso en 2012 sin que se haya avanzado mucho en ello. Tal vez se debiese a que estaban enfrascados en el desarrollo de las armas y, una vez logrado, ahora hay vía libre para lo otro. Veremos.

Una de las cosas más llamativas de su discurso fue la referencia, varias veces, a "un nuevo gobierno". Es decir, que tras las elecciones va a haber un cambio gubernamental. ¿Va a afectar eso a los neoliberales de que está rodeado? Lo dudo. Putin es neoliberal, aunque no al estilo occidental. Es un neoliberal peculiar, se podría decir que es un "ordoliberal", un tipo que se preocupa por reducir la pobreza desde planteamientos cristianos. Porque esa es otra: Putin tiene una estrecha alianza, en estos momentos, con la iglesia ortodoxa y eso le supone un gran respaldo popular sobre todo en el campo. Se calcula que hay en Rusia unos 20 millones de pobres, algo más del 14% del total de la población, y Putin quiere reducir esa cifra a los 6 millones al término de su nuevo mandato.

El principal sector de pobres está en el campo, pero también en la ciudad y son, básicamente, los jubilados. Los últimos datos, publicados en noviembre del año pasado, indican que el 38% de ellos no puede llegar a fin de mes. Ya se está comentando en Moscú que uno de los primeros decretos que adopte el "nuevo gobierno" anunciado por Putin será precisamente en este aspecto, en una subida de las pensiones y "un apoyo sistemático para mejorar la calidad de vida de los pensionistas". Entre otras cosas, porque es este sector quien más añora lo que se ha perdido tras la desaparición de la URSS y sus votos son fundamentales.

Para ello tienen que producirse dos cosas: una persecución implacable contra la corrupción y la oligarquía, que se ha hecho con cuenta gotas, y limitar la brecha salarial. Es decir, menos neoliberalismo y más socialismo porque, y esa es otra, en ese estudio de noviembre del que hablo -macro estudio realizado con motivo del centenario de la Revolución de Octubre-, el 58% de la población de Rusia "añora" la URSS y sus políticas sanitarias, educativas y sociales. Putin es consciente de ello y esa es su gran amenaza a medio y largo plazo puesto que el porcentaje crece y crece cada año (en 2016 era del 51%). Eso no quiere decir que se opte por el Partido Comunista en estas elecciones, como diré en la próxima entrega, pero sí que están sentadas las bases para una progresiva recuperación comunista en los próximos años a menos que Putin se mueva en este aspecto.

Habló también de la vivienda, donde se necesita la construcción de casas sobre todo en las grandes ciudades, de las carreteras, del ferrocarril, de los aeropuertos regionales (casi una necesidad en un país tan extenso como Rusia) y que han sido dejados en el olvido todos estos años tras la desaparición de la URSS, etc.

En fin, toda una batería de buenas intenciones que tienen su punto de partida en la sanidad porque Putin dijo que su objetivo es elevar el nivel de vida de la población a los 80 años para el 2023 (ahora está en 71). Para eso el gasto sanitario tiene que duplicarse, al menos, respecto al actual.

Como digo, no es nada nuevo. Ya lo apuntó en 2012 sin que se haya avanzado mucho desde entonces como viene a reconocer ahora puesto que lo repite. Tal vez la diferencia, por ser optimista, es que haya anunciado "un nuevo gobierno" y que en él se deshaga de los neoliberales más conspicuos y opte por incluir a personajes "socialistas". Con mucho escepticismo hay que apuntar que el quid de la cuestión será si Putin se atreve a iniciar una represión mucho más dura sobre la corrupción y a impulsar una serie de políticas sociales mucho más socialistas, o socializantes si se quiere, de lo que hasta ahora ha venido realizando. En una palabra, si se va a enfrentar de forma abierta a las élites y a los oligarcas o va a seguir dejándoles hacer y solo golpeando a unos cuantos.

Creo que este es ahora el gran objetivo, una vez hecho el anuncio de la guerra de las galaxias al revés. Son EEUU y sus vasallos europeos los que tienen que correr ahora armamentísticamente para intentar alcanzar a Rusia. Eso le va a dejar mucho margen de maniobra para actuar en el otro campo. O debería, si realmente Putin tiene voluntad de ponerse manos a la obra. Ya ha dado algunos pasos interesantes para asentar el camino y esos pasos han sido de calado geoestratégico. Ahora falta que mire hacia adentro.

El Lince

lunes, 12 de marzo de 2018

Llorando cada vez más fuerte

El matón de barrio está llorando. Se ha encontrado con la horma de su zapato y él y sus seguidores, aunque se hagan los machitos, están llorando. De forma abierta y por las esquinas, aunque sus correveidiles habituales, los propagandistas de todo, continúen con la monserga habitual como si nada.

Marzo de 2018 pasará a la historia, y no sólo por las manifestaciones feministas. Pasará a la historia, sobre todo, por la declaración de Putin sobre los nuevos complejos estratégicos de armas que tiene Rusia.

El matón de barrio y sus seguidores han entendido perfectamente el mensaje. No tienen ninguna estrategia coherente, no saben cómo responder al avance cualitativo que el anuncio de Putin supone en lo referente a las armas modernas y de alta tecnología. ¿No se suponía que Rusia está noqueada por las sanciones? ¿No se suponía que la superioridad tecnológica era de Occidente? Pues no. No es así.

Nos encontramos con que mientras los militares (antes que los políticos) han entendido a la perfección lo que ese anuncio supone, los propagandistas habituales tienen la misión de intentar comer el coco a la población, ya de por sí bastante adormecida, sobre que todo ello es un farol. Vemos, por una parte, que los primeros hablan de "intenciones agresivas de Moscú", de "la necesidad de intensificar los esfuerzos de occidente para responder a los nuevos desafíos de Rusia". Y vemos, por otra, que se tranquiliza, como se tranquiliza a un paquidermo, con sedantes, diciendo a la gente que "todo es mentira y que Rusia no tiene el tipo de armas que dice tener".

Para entenderlo todo mejor, hay que poner en su contexto geopolítico el anuncio de Putin, que fue hecho el 1 de marzo.

Los días 16-18 de febrero se había celebrado en Múnich, como es habitual, la 54 Conferencia de Seguridad de Europa. El tema principal, y casi único, fueron las relaciones de la UE con Rusia y EEUU. Y la cosa comenzó no con Europa, sino con el Asistente de Seguridad Nacional de EEUU, el general Herbert McMaster, diciendo que "la conferencia se lleva a cabo en un momento crítico para toda la humanidad". Algo se barruntaba el matón. Y sus matoncillos siguieron por la misma senda: Alemania dijo que la situación estaba en su punto más bajo "desde el colapso de la URSS". Y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que "por primera vez desde la guerra fría estamos amenazados por un conflicto nuclear".

Matón y matoncillos tenían claro quién es el culpable de todo: Rusia. Mejor, Putin. El medio de propaganda alemán conocido como "Stern" publicó un artículo sobre el aviador ruso que decidió inmolarse con una granada antes de caer prisionero de la "contra siria" financiara, apoyada y amparada política, económica y militarmente por Occidente bajo el siguiente titular que da fe de la miseria personal de todo este hatajo de propagandistas habituales: "Los soldados rusos se sacrifican por la gloria del gobernante del Kremlin". Estos miserables, además de serlo, son unos ignorantes puesto que desconocen qué hicieron los soviéticos y las soviéticas sobre todo durante la II Guerra Mundial y la victoria sobre el fascismo, los innumerables gestos de heroísmo parecidos que realizaron. Tal vez sería bueno recordar que el personaje de todos los tiempos más querido en la Rusia de hoy, y es así desde hace 17 años, es Stalin. Porque bajo la dirección de Stalin se derrotó al fascismo, un fascismo que provocó 31 millones de muertos en la Unión Soviética, de los 64 que hubo en total en la II Guerra Mundial, y que Occidente siempre hace todo por ningunear. Pero Rusia no olvida.

Y este humo, ignorante y fascistoide, no oculta la realidad: que tras el anuncio de Putin el matón y los matoncillos (EEUU y sus vasallos de la UE) están asustados y llorando cada vez más fuerte. La Conferencia de Seguridad había quedado vieja en quince días.

Paul Nakasone, jede del Comando Cibernético del Ejército de EEUU reconoció lo obvio: "los rusos no nos tienen miedo, piensan que incluso si atacan en este momento no les pasará nada; y esto no es bueno".

Joseph Vautel, jefe del Comando Central de las Fuerzas Armadas de EEUU hizo lo mismo: "Rusia impide que EEUU domine en Oriente Medio. Rusia usa el conflicto en Siria para probar y aplicar sus nuevas armas y tácticas de acción. El creciente número de sistemas rusos de misiles antiárereos impide nuestro acceso a la región y amenaza nuestra capacidad de ganar superioridad en el espacio aéreo".

Klaus Frederiksen, ministro de Defensa de Dinamarca, también entró al trapo siguiendo a su gran matón: "la actividad de Rusia en el ciberespacio está alcanzando un nivel sin precedentes, mientras que su objetivo principal es crear desconfianza hacia las instituciones democráticas y socavar la democracia en los países occidentales".

Gavin Willianson, ministro de Defensa de Gran Bretaña, dijo en el parlamento que "Putin está desarrollando una doctrina cada vez más hostil y agresiva en relación con Gran Bretaña, EEUU y nuestros aliados. Debemos levantarnos para enfrentar la amenaza planteada por Putin y su arsenal de armas nucleares".

Esto ocurrió en la semana posterior al anuncio de Putin. Pero no termina aquí la cosa. John Rood, viceministro de Defensa de EEUU, ha tenido que reconocer que "el Pentágono está decepcionado de que el presidente ruso haya introducido nuevos tipos de armas rusas exactamente como las presentó. El sistema de defensa de misiles de los EEUU, en la forma en que fue desarrollado y desplegado hasta el momento presente, no tiene la capacidad de anular el arsenal estratégico de Rusia".

Y el general Robert Ashley, director del departamento de inteligencia de Defensa de EEUU, añadió en el Senado: "la estrategia de Moscú es forzar a EEUU y sus aliados a reconocer sus intereses de seguridad y reconocer su importancia como un actor global cuyos intereses no pueden ignorarse sin consecuencias".

O sea, un gran pecado de Rusia el pretender esto.

¿Solución? No la hay, más allá de la ficción y de aparentar que la hay. Los matones, el matón grande y los matoncillos, siguen llorando pero aparentando, al mismo tiempo, que no lloran y que tienen la sartén por el mango. Robert Neller, comandante del cuerpo de marines de EEUU, anunció con orgullo que frente a la "amenaza rusa", la OTAN realizará en otoño "los ejercicios más grandes, con barcos y aviones, desde el final de la Guerra Fría" en las costas de Noruega.

La respuesta rusa ha sido tan contundente y sibilina como la anterior: ha publicado un vídeo, real y no simulado como hizo Putin cuando anunció las nuevas armas, de una de ellas: el misil hipersónico. El primero es la recreación con que Putin reforzó su anuncio. El segundo es la respuesta a todas las declaraciones anteriores y, sobre todo, a la segunda. Fijaos la fecha en que lo publicó el Ministerio de Defensa de Rusia: el 10 de marzo.



Hala, a seguir llorando.

Dado que este fin de semana son las elecciones en Rusia, estos días publicaré una serie de análisis tanto completando este de hoy como añadiendo otras cuestiones, como si Putin es tan popular como se dice o no y las posibilidades que tiene el Partido Comunista de la Federación Rusa de hacerle algo de sombra.

El Lince

miércoles, 7 de marzo de 2018

Por una vez, me gustan las amenazas

El miedo está instalado en EEUU. Por una vez, me gustan las amenazas que dice tiene.

Se acaba de publicar la "Declaración de amenazas mundiales" a EEUU y de su lectura, aunque apresurada porque salió ayer, como veis, se deduce lo obvio: EEUU tiene miedo. Mucho miedo, lo que le hace ser mucho más peligroso que nunca. Son solamente 28 páginas, pero sin desperdicio.


En síntesis: Rusia y China (por este orden) son muy malas, y a estos países se añaden Irán y Corea del Norte. Supongo que os habrá sorprendido, ¿a que sí? Este es un resumen apresurado.

Rusia y China

1.- Rusia y China continuarán expandiendo su influencia y socavando la de EEUU por métodos políticos y económicos, especialmente en aquellas regiones donde EEUU no podrá (sic) cumplir sus obligaciones con sus aliados.

2.- Rusia y China representarán una amenaza global a los intereses de EEUU a largo plazo. El resto de países que se oponen a EEUU será una amenaza para los intereses regionales de EEUU a largo plazo.

3.- Rusia y China seguirán ampliando sus grupos satelitales, y desarrollando activamente sus medios anti-satélite, amenazando a la constelación de satélites de EEUU y aliados creando una amenaza de conflicto global.

4.- Rusia y China están trabajando en sistemas de armas prometedores que deberían neutralizar la superioridad de EEUU en los sistemas espaciales militares y comerciales.

5.- Rusia y China están trabajando para crear fuerzas operativas que integren los ataques espaciales con las operaciones militares en otras áreas.

6.- Rusia y China están desarrollando activamente armas energéticas destinadas a deshabilitar los satélites de EEUU. Particular preocupación es la gran cantidad de lanzamientos de "satélites experimentales" rusos que pueden utilizarse para probar sistemas modernos de destrucción de satélites.

7.- Rusia y China están promoviendo el concepto de la desmilitarización del espacio ultraterrestre, pero al mismo tiempo desarrollan sistemas "mixtos" que no están sujetos a restricciones sobre la desmilitarización del espacio ultraterrestre.

8.- Rusia llevará armas antisatélites modernas a capacidades operativas en los próximos años. China avanzará seriamente en el desarrollo de misiles antisatélites con lanzamiento terrestre.

Rusia

9.- Rusia ha desarrollado un nuevo misil de crucero, que EEUU considera que viola el tratado INF, pero que a pesar de los costes políticos le otorga a Moscú grandes ventajas militares.

10.- Rusia continuará desarrollando y modernizando intensamente una amplia gama de capacidades militares nucleares, convencionales y asimétricas para equilibrar su percepción de inferioridad militar estratégica en relación con EEUU.

11.- Rusia será la amenaza más peligrosa para EEUU en 2018 debido al uso de medios de ciberataque de bajo riesgo pero muy efectivos. Muchos países opositores de EEUU estudiarán su experiencia.

12.- Después de las elecciones de 2018, Rusia promoverá más activamente su influencia fuera del país. Dicha política tendrá como objetivo mejorar el prestigio militar y político de Rusia y socavar la influencia estadounidense y euroatlántica. 

13.- Rusia competirá agresivamente con EEUU en Europa y Eurasia. Ahí donde sea beneficioso para Putin, Rusia cooperará con EEUU. Los objetivos estratégicos son la transición a un mundo multipolar real y la destrucción del sistema de influencia mundial estadounidense.

Rusia e Irán (y Siria)

14.- Rusia entregó el S-300 a Irán, que proporcionó a Irán la defensa aérea más moderna de la región, que Teherán utiliza para intensificar el desarrollo de misiles balísticos de largo alcance con un radio de más de 2.000 kilómetros.

15.- Rusia e Irán han realizado cambios decisivos a favor del régimen sirio y durante mucho tiempo se han consolidado dentro del país. La guerra continuará al menos hasta fines de 2018, pero el nivel de violencia disminuirá gradualmente. Los rebeldes son más incapaces de derrocar a Assad por falta de recursos.

16.- Es probable que Rusia e Irán participen en la restauración de la economía siria, que en la primera etapa requerirá al menos 100.000 millones de dólares. Rusia e Irán proporcionarán a Assad sustanciales subsidios para la reconstrucción del país.

17.- Rusia no podrá obligar a Assad a hacer concesiones sustanciales a la oposición en el curso de las negociaciones de paz si no quiere obligarlo a hacerlo por la fuerza. En el curso de las negociaciones sobre un arreglo pacífico, no se deben esperar concesiones significativas de Assad.

Rusia, China, Irán y Corea del Norte

18.- Rusia, China, Irán y Corea del Norte serán las principales amenazas cibernéticas para EEUU en 2018. Las operaciones cibernéticas contra EEUU se utilizarán para lograr los objetivos estratégicos de estos países, para los cuales los ciberataques con uno de los instrumentos de política exterior. Sus armas cibernéticas mejorarán.

Hay más, mucho más, con menciones a Ucrania, a Asia Central, a Georgia y a otras zonas de la ex-URSS, pero creo que con esto es más que suficiente para que os hagáis una idea. De las 28 páginas de que consta esta "Declaración de amenazas mundiales", 24 hacen referencia a lo que os he resumido. El resto aborda el resto del mundo, aunque de forma muy somera. Por ejemplo, de Venezuela se ocupa solo en seis líneas, mientras que de Cuba lo hace en dos, literalmente, y lo que dice no tiene la menor relevancia.

Lo dicho, por una vez me gustan las amenazas. Es el reconocimiento más claro, otro más, de que la hegemonía de EEUU (y de Occidente) está declinando con rapidez. Lo más tierno de todo ello es lo que os pongo en el punto 13, lo del mundo multipolar real. Bienvenidos al nuevo mundo.

El Lince


lunes, 5 de marzo de 2018

Entre la sarna y el masoquismo

La militancia de la socialdemocracia alemana ha votado de forma muy mayoritaria formar una coalición con los democristianos de Ángela Merkel.

La socialdemocracia siempre ha sido la gran muleta del capitalismo para someter y contener a la clase obrera, el gran muro que tenía que contener las ansias revolucionarias, si las hubiese, a mayor gloria del sistema capitalista. A finales del siglo XX casi todos los países europeos estaban gobernados por socialdemócratas que alababan al capitalismo y criticaban el comunismo, eufóricos tras la desaparición de la URSS y palmeros en el hundimiento de los partidos comunistas en todo el mundo. Se presentaban a sí mismos como "la renovación del comunismo". Ahora la socialdemocracia, ni siquiera esa, ya no existe.

Dicen que Alemania es el país rico de Europa, pero en ese paraíso la tasa de pobreza alcanza el 15% de la población, o sea, 12'9 millones de personas en el país cuya clase capitalista se ha beneficiado más de la UE y de las políticas de ahogamiento al resto de países y pueblos. En las últimas elecciones, los cristianodemócratas y los socialdemócratas recibieron una paliza y los neofascistas se convirtieron en la segunda fuerza del país. Con esta excusa, los socialdemócratas salen el apoyo de los cristianodemócratas para volver a infligir nuevos palos a los alemanes a mayor gloria de los capitalistas. Y La Izquierda (Die Linke), a verlas venir y asumiendo cada vez más el discurso socialdemócrata clásico. Que los neofascistas fuesen el partido más votado en la antigua Alemania del Este, feudo hasta ahora de La Izquierda (Die Linke), no parece haberles llamado la atención.

Puestos a ser optimistas, que no lo soy, la única cuestión positiva que podría, condicional, haber en esta "gran coalición" es que los socialdemócratas alemanes impusiesen un mayor ritmo de construcción al gasoducto Corriente del Norte 2 con Rusia y que presionasen para que se levantaran las sanciones contra este país, comenzando así una "rebelión" contra EEUU. Pero eso, hoy por hoy, no es otra cosa que un sueño.

A principios de este siglo XXI eran 15 los países europeos gobernados por socialdemócratas, al menos de nombre. Ahora sólo quedan cinco: Malta, Suecia, Portugal, Rumanía y Grecia.

Hasta ayer había uno más, Italia, donde también ha sido derrotada la socialdemocracia representada por el Partido Demócrata, el antiguo Partido Comunista de Italia.

El aumento del fascismo, la xenofobia y todo lo demás -que es lo mismo- no significa el cuestionamiento del capitalismo. Todo lo contrario. Lo grotesco sería ahora ver al Partido Demócrata italiano pactar, al estilo de los alemanes, con Berlusconi y sus secuaces en otra "gran coalición".

Y mientras, en el Estado español se suspira por acuerdos con el PSOE, o con Esquerra Republicana de Catalunya.

Y mientras, siniestros personajes como Tsipras, que ya hizo el ridículo hace unos meses apostando por la "gran coalición" de Alemania, vuelve a hacer gala de su masoquismo.


Este payaso está cada vez más satisfecho con la posición del SPD y se alegra de que la troika imponga aún más "reformas", como el cuestionamiento y destrucción del sistema de pensiones o el cuestionamiento del derecho de huelga, como ha hecho él en Grecia. ¿De verdad se cree eso de que ahora se van a oponer a la "austeridad"?

Ya dije que sarna con gusto no pica. Ahora añado que, además de la sarna, debe satisfacer mucho el masoquismo.

El Lince


jueves, 1 de marzo de 2018

El punto de inflexión

Ha pasado desapercibido, pero Rusia vetó el lunes pasado en la ONU una condena a Irán por el supuesto apoyo que ofrece a la insurgencia huti en Yemen. EEUU no suele dar la cara en la ONU, sino que utiliza a sus testaferros para ello. Si con la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Gouta los patrocinadores fueron Suecia y Kuwait, ahora la maniobra llevaba el sello de Gran Bretaña (con el patrocinio de EEUU y Francia). 

La historia es relevante porque es la primera vez que Rusia utiliza el veto en un conflicto en el que no está involucrada directamente. Yemen no es Siria, luego ¿por qué el veto? Son varias las razones, pero hay un antes y un después.

El antes es toda la parafernalia occidental e israelí sobre la presencia iraní en Siria. Supongo que no hace falta recordar las "revueltas" en varias ciudades iraníes durante las navidades, justificadas en el ámbito económico y alentadas desde el exterior en el ámbito geopolítico. Supongo que no hace falta recordar la estúpida propaganda occidental sobre el dron iraní que habría "violado territorio israelí" cuando los Altos del Golán son territorio ocupado según el derecho internacional. Supongo que no hace falta recordar que un avión israelí fue derribado y que ello no hubiese sido posible sin el conocimiento ruso, por no decir aval. Supongo que no hace falta recordar que EEUU justifica ahora su presencia ilegal en Siria "para evitar la expansión iraní". 

Se han dicho muchas estupideces, y se siguen diciendo, sobre la divergencia de intereses entre Rusia e Irán en Siria y en otras partes. Supongo que tras el veto ruso todas esas estupideces seguirán siendo estupideces, pero al menos ya no las haréis caso. 

El veto ruso es casi un evento histórico porque le dice a Occidente (EEUU y sus vasallos europeos) que el acuerdo con Irán es intocable, que la alianza ruso-iraní es más fuerte de lo que ellos piensan y que el mundo ahora es otra cosa. Rusia ha demostrado que va a dar la batalla por la influencia global, que el mundo ya no es el de hace diez años y que el sistema internacional ya no está en manos de Occidente. Las implicaciones de ello son evidentes.

El intento occidental, liderado por EEUU, de aislar y debilitar a Irán ha tenido un recorrido pequeño. No hay evidencia alguna de que Irán esté detrás de los hutíes, mientras que sí la hay de que Occidente está detrás, delante y al lado de la "contra" siria. por ejemplo. Pero a Occidente y sus secuaces les da igual. Han hecho de la mentira una de sus bellas artes porque el texto que había presentado Gran Bretaña contenía tales patrañas, como "el suministro ilegal de armas" (sic) a los hutíes -a que es un sarcasmo que se diga esto cuando vemos lo que vemos en Siria-, que lo que dejaba era el camino expedito para adoptar nuevas sanciones contra Irán. Y, con ello, hacer retroceder la posición geopolítica del país persa volviendo a atacar a su economía. 

Rusia ha escenificado de forma clara que su alianza con Irán es mucho más fuerte de lo que a Occidente le gustaría. E Irán ha demostrado que es un aliado agradecido. Ayer anunció que las órdenes de compra de mercancías ya no se harán en dólares sino en otras monedas como el rublo, el yuan y el euro. Es un paso de gigante para deshacerse del dólar en el comercio exterior. Esto es el después.

A nivel interno, esta medida puede causar un cierto malestar al gobierno de Rouhani porque los principales damnificados son los de la clase media que le apoya, dado que puede que a corto plazo se aumente el precio de las importaciones y, con ello, el coste de las mercancías. Por ello, el gobierno iraní ya ha dicho que no está por la labor de seguir manteniendo el acuerdo nuclear si los bancos y las empresas europeas siguen negándose a comerciar y a invertir en el país por miedo a EEUU. Les ofrece el caramelo de comerciar en euros, pero siempre que no sigan la estela de EEUU en la crítica al acuerdo nuclear. 

En cualquier caso, estamos en un punto de inflexión definitivo en geopolítica. Rusia ha dicho que basta de prepotencia occidental. Ha dicho que se opone a la hegemonía occidental como una cuestión de principios. Lástima que no haga lo mismo en el caso de Corea del Norte, aunque aquí antepone su alianza con China a cualquier otra cuestión. Aunque sea de principios.

El Lince