jueves, 29 de junio de 2017

Esos lindos gatitos

Que soy muy crítico con Venezuela no es un descubrimiento para nadie. Un ejemplo lo tuvisteis cuando dije que Venezuela hacía, por fin, algo bien cuando decidió retirarse de la OEA. Que lo soy desde antiguo, desde la época de Chávez y su proyecto de "conciliación de clases" -que es lo que está en el origen de todo lo que vemos hoy-, también. Tuvo la ocasión de destruir a la oligarquía, muy debilitada tras el fracaso del golpe de Estado, y lo que hizo fue darla oxígeno. No se puede ser tan ingenuo como lo fue él, sobre todo teniendo en cuenta la experiencia histórica de Allende en Chile. Espero que las FARC-EP no cometan el mismo error, ahora que ya han entregado la práctica totalidad de sus armas.

Pero eso no significa que esté en el mismo lugar que la oligarquía y que vaya con ella a ninguna parte, como bien decía Liebknecht. Y más cuando lo que pone los pelos tiesos a la oligarquía es una propuesta, cuestionable y tardía sin duda, de Asamblea Constituyente que apuesta por el reforzamiento del poder comunal. Era algo que se debía haber hecho en 2008, pero se ha esperado tanto, tanto que ahora veremos si se puede aplicar. ¡Tantos paños tibios se han puesto en estos años...!

Esto es lo que pone de los nervios a la oligarquía y a sus secuaces, lo que ellos llaman "la destrucción de la democracia representativa" porque ¡pasmaos! "lo que se plantea es la combinación de representantes de sectores sociales y municipales" y eso, que sería lo ideal porque son algo que está mucho más cerca de la ciudadanía que los partidos políticos, "es idéntico a la Asamblea Nacional de Cuba".

Si Maduro sigue adelante y lo más importante, lo lleva a la práctica y no se queda en la verborrea habitual, la mitad de los asambleístas serían elegidos por sindicatos y organizaciones campesinas y la otra mitad sería elegida a nivel municipal. Y es a esto a lo que tienen miedo porque aunque la llamada oposición está muy bien representada en los municipios no lo está en los sindicatos y en las organizaciones campesinas. Es decir, no podría controlar la nueva Asamblea para redactar la nueva constitución. Una constitución sobre la que han venido escupiendo desde que se aprobó pero que ahora dicen defender y que cambiarán en cuanto tengan la menor oportunidad porque -recuerdo, que yo tengo buena memoria- que esa llamada oposición y que no es más que una rebelión oligárquica se puso del lado de la llamada oposición a Evo Morales cuando éste planteó una nueva Constitución para Bolivia que reducía algo el poder de la oligarquía. He hizo lo mismo con la de Ecuador cuando Correa planteó algo parecido. Y ahora quieren hacer creer que defienden la Constitución Bolivariana tal y como está. Ya. Y algunos que dicen ser progres van y se lo creen.

Pocas veces se ha dicho con tanta claridad cuál es su miedo, que el pueblo llano tenga más poder y sea más protagonista. El modelo de elección cubano es poco conocido por la gente, pero muy temido por la oligarquía. Porque el poder popular en Cuba se genera en circunscripciones de base y en consejos populares que agrupan a los vecinos y desde donde surgen los candidatos propuestos y electos en lo que es una expresión de democracia participativa total. Y por eso se rebela la oligarquía. Por miedo a que Venezuela se parezca, en eso al menos, a Cuba. Y este es el mismo miedo de esa cosa llamada Organización de Estados Americanos, que acaba de abandonar Venezuela y a la que con buen criterio ni se plantea volver Cuba.

Y pocas veces se ha dicho que quienes más énfasis están haciendo en evitar "otra Cuba" son esos lindos gatitos que conocemos como institutos de estudio, grupos de análisis, ONGs, etc., etc. Esos "lindos gatitos" son la marca bajo la que actúa el imperialismo históricamente. Os voy a poner un ejemplo para no aburrir. En 2008, en Rusia, los diferentes instrumentos de intervención de EEUU pusieron en marcha una campaña denominada así, "Esos lindos gatitos" y el impulsor fue el Centro de Medios Ciudadanos del Instituto de Tecnología de Massachusetts. La finalidad era lanzar una campaña de desobediencia cívica en Rusia contra el gobierno de Putin -¡mira tú por dónde!- arropándose y amparándose tras esos institutos, grupos y ONGs. Aparentemente inocuos pero letales en la medida en que se vayan extendiendo e introduciendo sus valores neoliberales. Porque utilizaban, precisamente, la imagen de unos lindos gatitos para ir introduciéndose en la sociedad rusa.

Hay un extenso estudio francés que habla de ello y saca como conclusión que las ONGs se han despolitizado, no tienen ningún pensamiento crítico y no se oponen al neoliberalismo. Ninguna de las de EEUU lo hace, desde luego y menos las oficiales y para-oficiales. Pero ya habrá ocasión de tratarlo.

Quien más está funcionando en ese sentido no es otro que George Soros y sus múltiples estructuras. Una de ellas es el llamado International Crisis Group, que lleva años realizando informes sobre Venezuela con una misma línea: la llamada oposición es buena y el gobierno es malo. Lleva meses contando los muertos por la represión gubernamental pero ni una sola mención a los que provoca la llamada oposición a la que llama "pacífica". Dice textualmente su último informe: "Si se espera evitar una escalada de violencia, el gobierno deberá abandonar su interesado plan de reescribir la constitución y el excesivo uso de la fuerza contra manifestantes pacíficos" (sic).

El ICG lleva semanas haciendo campaña contra la Asamblea Constituyente diciendo que mientras que ha habido casos en los que la "reescritura" de las Constituciones ha sido exitosa en algunos casos -y pone como ejemplo Colombia- ha habido otros en los que no lo ha sido tanto -y pone como ejemplo a Bolivia y a Ecuador- llegando a utilizar el término "reforma polémica" porque -"se aplastó a las fuerzas de oposición o se las excluyó en puntos cruciales". Observad el lenguaje de estos lindos gatitos. La constitución de Colombia es buena aunque las FARC han insistido en su reforma; las de Bolivia y Ecuador son malas o cuestionables porque se dio poco juego a la oligarquía.

Por lo tanto, estos lindos gatitos lo que proponen es muy sencillo: elecciones -"porque el apoyo al régimen estaría en el 20/25%"- para asegurar su dominio, gobierno de unidad nacional en el que se incluyan a los chavistas díscolos para salvar la cara durante un tiempo y, lo más importante, "la creación de un grupo de amigos incluyendo al menos un país simpatizante del gobierno de Maduro". Estos lindos gatitos lo que quieren es cuidar las formas. ¿Cuántos compondrian el grupo de amigos? cuatro, cinco, cien? ¿y en ese grupo tan democrático habría "al menos" un país fiel a Maduro? No dar juego a la oligarquía está mal, no dárselo al resto está bien. ¿Con cuatro anti uno pro, por ejemplo? ¿ese es el porcentaje que proponen? Cinismo, pero con la buena imagen de un lindo gatito.

Pero como canta mucho la propuesta, se dice que si no es la OEA quien promueva ese "grupo de amigos" debe buscarse otra alternativa promoviendo la asistencia, "formal o no" de países como Cuba o China que apoyan al gobierno de Venezuela. Y ¿por qué? pues porque así "verían salvaguardados sus intereses en caso de un cambio de gobierno". Eso significa simple y llanamente una cosa: que la llamada oposición no tiene la menor intención de hacerlo y quiere romper con todo tipo de alianzas actuales del gobierno. Y luego vienen con el cuanto de que no van a tocar la actual Constitución y la van a respetar.

De aquí al día 30 de julio vamos a ver multiplicados estos lindos gatitos, acompañados de helicópteros, derechos humanos y demás. Y mientras los "progres" acariciando a los gatitos, en plan Doctor No de las películas.  ¡Qué majos son! Los gatitos, digo.

El Lince

1 comentario:

  1. La verdad es que Maduro es un cobarde.

    Si tuviera un poco de valor, los terroristas que asolan Venezuela ya estarían derrotados.

    Pero no, ingenuidad,ineptitud y cobardía son las características de Maduro.

    Su suerte está sellada. Sólo queda esperar que la agonía de la Revolución bolivariana no se prolongue demasiado porque le está haciendo un daño tremendo a las fuerzas populares en América Latina.

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