domingo, 29 de enero de 2017

Dos Blancanieves y las diecinueve enanitas

Es que no lo puedo remediar. Debe ser que me estoy haciendo viejo y cada vez recuerdo con mayor nitidez mi infancia. Si hace unos días tiraba de "Los viajes de Gulliver" para satirizar a Merkel como la reina de ese Liliput que es la Unión Europea, ahora no me cabe otra que recurrir a "Blancanieves y los siete enanitos" para hacer lo mismo con la "contra" moderadamente extremista o extremistamente moderada en Siria.

Así que coged algún aperitivo, alguna cerveza o un vinito y preparaos a leer.

Érase una vez un país en el había un montón de doncellas que no se sentían queridas por su malvada reina. Así que un día hablaron con otros reyes de otros reinos y decidieron que había que quitar del trono a esa reina. Comenzó a llegar en grandes cantidades el oro, con lo que pudieron hacerse ricos vestidos, y grandes cantidades de armas, con lo que pudieron hacer la guerra. Guerrearon y guerrearon con la esperanza de que los otros reyes de los otros reinos enviasen a sus soldaditos para ayudarlas. Pero los otros reyes de otros reinos preguntaban siempre quién era más moderada, por lo que las doncellas recurrían, una y otra vez, a preguntar a los espejos mágicos (los llamados medios de propaganda): "espejos, espejitos, ¿quién es la más moderada de todo el reino?". Y los espejos decían siempre lo que la doncella que preguntara quería oír: "tú".

El tiempo pasaba y las doncellas se enfurecían porque todas decían ser moderadas, por lo que los otros reyes de los otros reinos fueron alargando la promesa de enviar a sus soldaditos, luego fueron alargando los plazos de entrega del oro, hasta llegar a escasear, y también las armas. Pero las doncellas seguían preguntando a los espejos hasta que uno de esos espejos dijo que había que consultar al gran espejo, el más viejo y sabio. El espejo, harto, dijo: "Me es imposible decir quién es la doncella más moderada porque con tantas doncellas es muy difícil elegir".

Las doncellas decidieron entonces que tenían que acabar unas con otras, pero antes de ello comenzaron a buscar alianzas. Había unas más altas y fuertes que otras, a quienes llamaban enanitas, y unas veces con amenazas y otras con lisonjas esas más altas y fuertes fueron ganándose el favor de unas o de otras de las enanitas casi por igual. Hasta que llegó el momento en que sólo quedaron dos Blancanieves y unas diecinueve enanitas. Y comenzaron a pelear.

¿Os gusta el cuento? Pues básicamente es lo que está ocurriendo ahora mismo en Siria. Como dije, la estrategia del gobierno de enviar a todos los grupos de la "contra" a Idlib está dando sus frutos porque se están matando entre ellos, literalmente. Aunque no hay cifras oficiales, y en esto las páginas que siempre han defendido a la "contra" se están mostrando como lo que son, manipuladoras natas (han llegado a decir que no hay víctimas en los combates), se comienza a filtrar que desde que se produjo la liberación de Alepo, hace algo más de un mes, los enfrentamientos entre las dos Blancanieves y sus enanitas han supuesto un mínimo de 180 muertos. No está nada mal porque a buen seguro que son cifras muy conservadoras.

Aquí está una de las Blancanieves: El Comité para la Liberación del Levante con sus enanitas.



Y aquí la otra: el Movimiento Islámico del Pueblo del Levante con sus enanitas.


Lo curioso del caso es que alguna de las enanitas formaba parte de las protegidas de Turquía (por ejemplo el grupo Zinki, ese que decapitó al niño palestino por defender a Assad el verano pasado -uno de los grupos "moderados" para EEUU, que calificó la decapitación de "error individual"-, que, tras la derrota sufrida en Älepo, fue convencido por Turquía para que tomase parte en la llamada "Operación Eúfrates" con las tropas turcas) y ahora opta por los de Al Qaeda (antes ex Nusra). En el bando contrario ocurre lo mismo, puesto que una parte de Ahrar al-Sham también se ha unido a Al Qaeda. Y así hasta el infinito puesto que una enanita se une a una Blancanieves en un territorio y esa misma enanita se une a la otra Blancanieves en otro. O se da el caso de que una enanita dice un día una cosa y otro, otra. Es el caso de Jaish al-Sunna, que tras decir que sí, ahora dice que no a la primera Blancanieves.

Lo más curioso del caso es que ninguna de las dos Blancanieves y sus diecinueve enanitas han participado en las conversacones de Astaná ni se han sumado al cese de hostilidades. El espejo seguirá teniendo muchas dificultades para averiguar quién de las dos es "moderada". Ahrar al-Sham se sumó inicialmente al mismo, pero luego se desvinculó. Jaish al-Islam está dividido, con una parte de la organización que sí lo apoya (su representante encabezó la delegación de la "contra" en Astaná) y otra que no. Un circo total.

Más o menos, la situación en Idlib es ahora así: verde oscuro, el Comité para la Liberación del Levante con sus enanitas; verde claro, el Movimiento Islámico del Pueblo del Levante con sus enanitas; verde más claro, el territorio de la provincia de Idlib donde se enfrentan las dos Blancanieves y sus diecinueve enanitas.


Ni qué decir tiene que la situación refuerza de manera considerable al gobierno mientras que debilita la posición de los que han ido a Astaná. Por cierto, lo del borrador de Constitución presentado por Rusia es eso, un borrador, aunque sí ha sido consultado con el gobierno sirio. Aún es pronto para decir que sea algo más que eso, un borrador. Pero merece la pena que se conozca.

Aún hay un largo camino por delante. Entre otras cosas, porque ni el gobierno ni la "contra" se vieron las caras en Astaná. Fueron Rusia, Irán y Turquía quienes transmitían a unos y otros lo que allí se decidía. Hasta el punto que ni el gobierno sirio ni la "contra" firmaron el comunicado final, que sólo fue suscrito por los tres países que organizaron la conferencia. El único logro palpable fue que los grupos de la "contra" se comprometieron a mantener el cese de hostilidades (estos grupos serían los del verde claro, que aún no se han posicionado con ninguna de las dos Blancanieves).

Es por ello que luego Rusia organizó otra reunión en Moscú a donde fueron quienes no habían participado en Astaná, es decir, grupos y gente que o bien no optaron por las armas o bien renunciaron a ellas hace tiempo al darse cuenta de lo que suponía ir de la mano de los islamistas. En esta última reunión sí estuvieron los kurdos, pero aún no he podido saber qué se les propuso más allá de lo que aparece en el borrador de Constitución que ya os he mencionado.

Pero, mientras tanto, la guerra y la diplomacia siguen su curso. 

En la guerra, el gobierno se ha hecho finalmente con el manantial de agua de Barada que fue contaminado por la "contra" tras la liberación de Alepo, lo que ha provocado que Damasco (cinco millones de habitantes) haya estado sin agua corriente más de un mes (pregunta tonta, de las mías: ¿en qué medio de propaganda de los que lloraban por "el genocidio de Alepo" habéis visto una palabra de ello? 

También ha liberado nuevas localidades del norte de Alepo, hasta ahora en manos del llamado Estado Islámico. Son ya 23 las localidades liberadas en esa zona de la provincia, a una por día.

En la diplomacia, el gobierno sirio y el jordano han vuelto a dar otro paso para normalizar las relaciones: delegaciones militares de los dos países se han reunido en Amán durante el jueves y el viernes pasado.

El Lince

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