jueves, 18 de agosto de 2016

Movimientos sin perder el tiempo

Todo el mundo se está moviendo con rapidez y parece que uno de los ejes principales sobre el que gira ese movimiento es Rusia. El ministro de Asuntos Exteriores alemán ha ido a Moscú después del fallido sabotaje nazi ucraniano en Crimea. Los chinos, siempre tan cautelosos en política exterior, han comenzado a hacerse más visibles en Siria arropando de esta manera tanto la política rusa como la permanencia de Al-Assad (tomad nota: China hace este anuncio, con visita a Damasco de uno de sus más prominentes militares incluida, en los prolegómenos de la cumbre del G-20, el 4 y 5 de septiembre). Los iraníes han aceptado la presencia rusa en la base de Hamedan, con lo que cualquier hipotético ataque contra ellos queda segado de raíz y no sólo porque ahora cuenten con los misiles S-300 que ya les ha facilitado Rusia. Los iraquíes aceptan que los misiles rusos sobrevuelen su territorio si se decide lanzarlos contra los moderadamente extremistas o extremistamente moderados sirios. El ministro de Asuntos Exteriores británico acaba de anunciar que, tras el Brexit, está dispuesto a discutir la normalización de relaciones con Rusia (es decir, que Gran Bretaña ya no se sumará más a las sanciones que aplica la UE, dado que ha votado salir de la UE, en seguimiento de las decisiones de EEUU). Serbia acaba de anunciar que, aunque continúa buscando la integración en la UE, no aplicará las sanciones contra Rusia. Israel acaba de enviar un emisario a Moscú para expresar su malestar por "las connotaciones negativas" que para este país tiene el acuerdo Rusia-Irán y que va mucho más allá del tema sirio. India ha "sondeado" a Moscú sobre la posibilidad de un viaje de Estado de su presidente a Siria para entrevistarse con Al-Assad (en India hay cada vez más preocupación por la presencia de la organización llamada Estado Islámico en el país)...

Un apunte sobre el acuerdo entre Rusia, Irán e Irak: está avisando a todos los países árabes, especialmente a los del Golfo Pérsico que son quienes patrocinan, amparan y financian a la "contra" siria, de lo que puede hacer como se alargue mucho más tiempo la guerra en Siria. Es un último aviso, el más importante antes de las próximas conversaciones de Ginebra. O se llega a un acuerdo o se tendrán que atener a las consecuencias.

Queda Turquía en toda esta vorágine de movimientos. Han pasado diez días desde el encuentro entre Putin y Erdogan, desde que se escenificó la normalización de relaciones entre Rusia y Turquía. Los acuerdos iniciales, los más fáciles, ponían de manifiesto que la economía tiene más importancia que la ideología. Ahora Turquía ha dado un paso más, otra clara advertencia a la OTAN, a EEUU y a la UE, diciendo que "es posible abandonar el dólar en el comercio bilateral entre Turquía y Rusia y realizar transacciones directamente en liras y rublos". Es una amenaza en toda regla. No se va a producir a corto plazo, pero el simple hecho de que se haya dicho indica que Turquía pone una formidable palanca de presión sobre la UE y, de rebote, sobre EEUU. Algunas teorías del fallido golpe de Estado siguen indicando que todo fue un montaje y que EEUU no estaba detrás del mismo, pero los movimientos que se están dando en Turquía no van por ahí precisamente y eso sólo es consecuencia de la apreciación que se tiene del mismo, haya sido por acción o por omisión de EEUU y de sus vasallos europeos.

Tras la reunión entre Putin y Erdogan quedaban los dos grandes escollos político-ideológicos por resolver, Siria y el Kurdistán, y se había acordado que las dos partes tendrían reuniones para encontrar "puntos de acuerdo" en ambas.

Ahora se puede decir ya que ni Rusia ni Turquía han perdido el tiempo. Ya hay importantes acuerdos. El primero, y de gran envergadura, es la petición formal de Rusia para que Turquía cierre la frontera al flujo de armas y combatientes para la "contra" extremistamente moderada o moderadamente extremista siria. Turquía ya ha dado el primer paso para ello: ha cerrado totalmente el paso fronterizo de Bab al-Hawa. No sé si hay un paso fronterizo o 21, pero sí sé que la elección de ese no es casual puesto que es el de mayor importancia en Idlib y esa provincia está considerada como la gran plaza fuerte de la "contra". Es, además, el sitio hacia donde la "contra" está enviando a los más graves de sus ya casi 3.000 heridos en la batalla por las 72 vírgenes de Alepo, muchos de ellos para ser tratados en Turquía. Además, por aquí se dice que pasó hace tres días el último convoy de hombres y armas hacia la "contra".

Con este cierre, Turquía envía una doble señal: a Rusia y a la propia "contra". A Rusia porque manifiesta que Turquía es "sensible a la queja rusa por la presencia en Siria de yihadistas del Cáucaso" que han llegado allí a través de Turquía; a la "contra" para incentivar su retorno a la mesa de negociaciones, que están previstas para el mes de septiembre. Turquía deja claro que el apoyo incondicional que mantenía a la "contra" ya no es tan incondicional y que si bien no va a cortar drásticamente su apoyo, sí le va a reducir. Es más, he visto por ahí que Turquía ha proporcionado a Rusia las coordenadas de situación y los horarios aproximados de tránsito de convoyes de armas hacia la "contra" en Idlib, que Rusia lo ha confirmado con imágenes captadas por sus satélites y que eso ha permitido a la aviación rusa su bombardeo. Si es cierto, el giro turco es de calado y algo tiene que haber porque un termómetro muy claro de lo que está pasando es el comedido tono de Turquía -en comparación con otras situaciones anteriores- por la ofensiva ruso-siria en Alepo contra las posiciones logradas hace unos días por los extremistamente moderados o moderadamente extremistas al romper el cerco a los barrios que controlan en esa ciudad. Un éxito relativo puesto que los bombardeos ruso-sirios impiden, en la práctica, el reagrupamiento de las fuerzas de la "contra" y se está ahora mismo en una contraofensiva que ha reducido el pasillo que controla la "contra" en Alepo a unos escasos dos kilómetros.

Me atrevería a decir que lo que hay detrás de todo ésto es que Rusia está jugando con Turquía la carta del "pragmatismo sunní", apoyando la constitución de Ankara como el gran centro del mundo sunní alejado de la hegemonía estadounidense y las monarquías wahabitas del Golfo Pérsico, especialmente Arabia Saudita. Eso va a repercutir en la "contra" siria, ahora claramente influenciada por Arabia Saudita, Qatar y EEUU. El hecho de que la ofensiva del ejército sirio en Latakia no se haya dirigido contra las poblaciones que controlan las organizaciones turcomanas es un indicativo de que algo así está comenzando a ocurrir. Aunque Turquía siga insistiendo en eso de "Assad se tiene que ir", en la realidad no es más que un discurso de cara a los occidentales y al alto número de sirios que hay refugiados en Turquía para los que Erdogan tiene otros planes, como reubicarles en las zonas kurdas y así comenzar a equilibrar demográficamente esos territorios entre turcos, árabes y kurdos. Cuenta con que si Assad finalmente se mantiene, y todo indica que será así y más después del movimiento chino para "capacitar" al ejército sirio, una parte de esos sirios no volverán a su país y se asentarán definitivamente en esas zonas de Turquía con lo que la hegemonía demográfica kurda ya no lo será tanto.

El segundo acuerdo está todavía en una fase más precaria porque depende del primero. El cierre del paso fronterizo de Bab al-Hawa es una muestra de la "buena voluntad" de Turquía para alcanzar acuerdos con Rusia sobre Siria, pero es al mismo tiempo la señal de que ahora Turquía espera un gesto similar de Rusia. Turquía quiere un "compromiso claro" de que Rusia no presionará para que los kurdos consigan gobiernos autónomos o entidades independientes en Siria. Supongo que recordaréis que Rusia sugirió no hace mucho tiempo a Siria una reforma constitucional que incluyese una especie de federalismo para dar cabida a las reivindicaciones kurdas.

Si Rusia muestra su satisfacción con el cierre del paso fronterizo de Bab al-Hawa, es decir, considera que por ahí ya no pasa nada de nada hacia la "contra", es probable que envíe alguna señal en el sentido que quiere Turquía. No hay que olvidar, tampoco, que Rusia está molesta con una parte de los kurdos sirios puesto que cada vez se hacen más dependientes de las decisiones estratégicas de EEUU, como se ha puesto de manifiesto en Manbij. Rusia dio el primer paso hacia los kurdos abriendo una sede kurda en Moscú, lo que suponía un reconocimiento político, de hecho, del movimiento kurdo. Pero los kurdos han decidido mirar más hacia otro lado ahora, primero permitiendo bases militares de EEUU en sus zonas (sobre todo en el cantón de Jazira) y luego asumiendo la estrategia política de EEUU.

Todo va muy deprisa. En muy poco tiempo los movimientos en contra de Rusia (la OTAN) y alrededor de Rusia (los demás) son significativos. Analizar todos es muy prolijo, pero el más significativo es ahora mismo el dado por Turquía. El cierre del paso fronterizo de Bab al-Hawa es un paso pequeño que irá seguido de otros mucho más grandes a medida que la confianza entre los dos países se vaya fortaleciendo. Y todo indica que va a ser así.

Estamos asistiendo al diseño de un nuevo mapa geopolítico, para el que hay que estar atentos a las elecciones que habrá en Rusia el próximo mes de septiembre. El triunfo del partido de Putin, Rusia Unida, es incuestionable pero en la medida en que avance el Partido Comunista y su propuesta de desvincularse de Occidente política y económicamente -y las encuestas están diciendo que su discurso está calando, incluso entre los sectores más jóvenes y que no vivieron la experiencia de la URSS- le afiance como segundo partido de Rusia, los cambios en política serán imprescindibles y, entre ellos, el giro hacia un contrapoder aún más claro de EEUU y sus vasallos y hacia una economía autosuficiente y centrada en "los socios que han respetado el papel global tradicional de Rusia".

Así hay que entender también todos los movimientos que se están dando con Rusia como uno de los ejes. En tiempos en que la crisis económica capitalista continúa sin tener una salida clara y visible, todo el mundo se está moviendo para buscar una mejor posición de salida de la misma y ahora cada vez está más claro que es en Eurasia donde está esa meta.

Supongo que no lo recordáis, pero en la reunión del mes pasado en la que el Partido Comunista de China conmemoró su 95 aniversario, el presidente Xi Jinping dijo lo siguiente: "El mundo está al borde de un cambio radical. Vemos cómo la Unión Europea se está cayendo a pedazos, al igual que la economía de Estados Unidos. Ha desaparecido el Nuevo Orden Mundial. Tenemos que crear una unión militar con Rusia, lo que haría a la OTAN impotente, y poner fin a los impulsos imperialistas de Occidente". Visto lo visto, parece que ya son muchos quienes concluyen eso mismo y se están moviendo con rapidez en esa dirección.

El Lince

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