domingo, 20 de diciembre de 2015

Puestos a bailar, mejor así

Sobre las elecciones de hoy en el Estado español (España, para otras latitudes).




Del gobierno de Syriza en Grecia ya no se puede esperar nada, pero algunos sí lo esperaban del de Portugal (Partido Socialista, Bloque de Izquierdas y Partido Comunista) y yo nunca creí que el PCP iba a dar ese paso. Los dos países votaron el viernes en la Unión Europea que se mantengan otros seis meses las sanciones contra Rusia. Estas sanciones son ilegales según el derecho internacional. Como consecuencia de ello, Rusia ampliará las contrasanciones impuestas a la UE y la agricultura y la ganadería se hundirán aún más. A los ganaderos ya sólo se les ofrecen 25 céntimos de euro por la leche porque no hay dónde venderla. En el año que lleva la UE haciendo las estupideces que le dice EEUU, el 6% de todos los criadores de cerdos europeos han quebrado porque no hay dónde vender la carne. Son sólo algunos ejemplos de lo que está pasando en Europa ahora mismo.

Tampoco hay que esperar nada de lo que salga de estas elecciones en el Estado español, donde se repetirán estas situaciones y se darán esas actitudes porque eso es la Unión Europea. Ni derechos, ni Schengen, ni nada. La UE se está cayendo a pedazos y todavía hay quien se obstina en reforzarla en vez de ayudar a que se rompa. Porque o se rompe o no hay otra Unión Europea posible. Pero para romper hay que atreverse, y nadie se atreve hoy día; para poder hay que querer, y nadie quiere. Al igual que Chávez no quiso romper con la oligarquía cuando sí pudo, y eso ha llevado a la situación actual en Venezuela, aquí tal vez no se pueda pero lo que sí es seguro es que no se quiere.

Los países de la UE son los principales vasallos de EEUU. Ahí está como ejemplo el secretismo en el que se negocia (?) el Acuardo Trasatlántico de comercio e Inversión y que solo beneficia a EEUU y sus multinacionales

Ningún voto hoy, en el Estado español y con la notable excepción de la CUP, a la que ya sabéis apoyo y que ha hecho un llamamiento a no participar, representa la ruptura con todo ésto ni con todo lo que ésto representa a nivel interno, pese a las apariencias. Y eso del "voto crítico" es una entelequia que no va a servir ni para agudizar las contradicciones dentro ni mucho menos fuera porque todas las fuerzas que concurren han apostado por la institucionalización y han colaborado de forma muy activa en alejar el peligro, para el sistema capitalista, de desbordamiento de las reivindicaciones sociales. El caso de los desahucios es el más evidente. El papel de los gobiernos de los ayuntamientos "progresistas" y "de las candidaturas ciudadanas" de Madrid y Barcelona y sus retrocesos constantes debería tenerse en cuenta.

Así que como digo en el título, yo no voy a participar en ese baile.

El Lince

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