miércoles, 18 de noviembre de 2015

Que un año no es nada

En Occidente la famosa "opinión pública" (?) tiene la misma memoria que un pez. Como no lo recuerda nadie lo voy a hacer yo: hace justo un año, Putin dejó la cumbre del G-20 que se celebró en Australia como si fuese un paria. Los medios de propaganda (antes llamados de comunicación) abrían sus portadas y sus informativos con ello, con que Putin había recibido "un aluvión de críticas" por su postura en Ucrania, con que "los líderes mundiales" le habían negado el saludo o cuando lo habían hecho había sido "frío". Incluso alguno elogió al bufón británico David Cameron por haberse burlado de Putin en su rueda de prensa dado que Rusia envió varios portaaviones cerca de las aguas de Australia coincidiendo con esa cumbre. Conclusión: Rusia estaba aislada internacionalmente, Putin era un paria. Y todos repetían esa tontería una y otra vez. Es lo que tiene el no pensar.

Cuando Rusia inició los bombardeos contra los extremistamente moderados o moderadamente extremistas en Siria esta misma panda de listillos egocéntricos se hartó de decir que se bombardeaba a los "buenos chicos" y no a los malos, que se causaban cientos de víctimas civiles, que...

Pero ha pasado justo un año. Y un año no es nada. Ahora hay otra cumbre del G-20, esta vez en Turquía, y ahora todos han corrido a reunirse con Putin, a hacerse fotos con él y a tener muy en cuenta todo lo que dice. Ahora Putin ya no es un paria y todos han llegado a la conclusión que Rusia sí es una potencia -algo que negaban cegados por su prepotencia- y que es imprescindible contar en este país para cualquier solución no sólo en Oriente Próximo y Lejano, sino en prácticamente en todo el mundo.

Putin les ha tratado como lo que son, una panda de niños mimados, egocéntricos y desprestigiados, Les ha puesto en evidencia con sus abrumadores datos de cómo y quién financia al llamado Estado Islámico, les ha mostrado fotos de convoyes de petróleo y les ha demostrado que toda su narrativa sobre Siria se derrumba lo mismo que un castillo de naipes ante un simple soplo. Es de imaginar a todos estos niñatos, sobre todo los europeos, bajando la cabeza cariacontecidos ante la avalancha de datos y, sobre todo, tras los atentados de París.

Ahora (casi) todos quieren colaborar con Rusia. Y donde dije digo, digo Diego. No estoy diciendo que se forme la coalición que ha venido impulsando Rusia desde hace un par de meses, pero sí que vamos a ver con rapidez una serie de movimientos en ese sentido inesperados hasta ahora. Francia ha dado el primer paso, aunque haya sido muy focalizado puesto que continúa con su pretensión de presentar la resolución en la ONU de la que os hablé. Pero lo que ha ocurrido en esta cumbre del G-20 pone las cosas en su sitio.

Rusia lleva la batuta en estos momentos a nivel mundial. Rusia es quien marca los pasos a dar en Siria y va a seguir bombardeando a los extremistamente moderados o moderadamente extremistas hasta que alguien con un poco de cordura presione a esta constelación de grupos para que se involucren en las conversaciones de paz. Por si no lo habéis leído u oído, cuando Putin leyó la cartilla a todos los niñatos occidentales les dijo: "Cuando nos dicen que no golpeamos al ISIS les respondemos, dinos dónde, qué objetivos y lo haremos. Pero ellos no lo hacen. Curiosamente hay una serie de razones y principios para eso, y uno de ellos es que temen darnos esos objetivos y los territorios en los que no quieren que golpeemos porque temen que, a continuación, vayamos a golpear justo ahí".

Los medios de propaganda se han apresurado a decir que después de la regañina de Putin, EEUU destruyó una columna de camiones cisterna del llamado Estado Islámico. Sin embargo, no hay ni una sola foto, ni un solo vídeo de ello. Quien sí los ha publicado ha sido Rusia. Este es uno de ellos.



Putin tiene razón. Occidente teme la derrota del llamado Estado Islámico, aunque la presión para que haya un cambio de rumbo en la política exterior es grande. Lo más curioso es que quien está empujando con más brío para que ese cambio se produzca ya mismo es... la derecha clásica. Dominique de Villepin, ex ministro de Relaciones Exteriores de Francia en 2003, que se opuso a la invasión neocolonial de Irak, ha dicho algo que es obvio: "tenemos que sacar las lecciones de las experiencias del pasado, y es que las cosas sólo han empeorado en estos años, que las cosas están peor en Libia, en Afganistán, en Irak". Y dice algo más: "hay que revisar nuestra postura respecto a Assad".

Villepin abrió el fuego, pero lo continuó Sarkozy: "Francia tiene que tener una inflexión en su política exterior. Necesitamos a todos para ayudar a combatir al Estado Islámico, especialmente a los rusos".

Este empuje está extendiéndose por toda Europa. Por lo tanto, a poco que se mantenga veremos cómo será cada vez más difícil que se mantengan las sanciones contra Rusia. Tal vez la UE, vasalla como es de EEUU, decida mantener las mismas otros seis meses a partir de enero, cuando se tienen que renovar o eliminar, pero lo que no será tan fácil es mantenerlas después. Esta es una de las razones por las que Putin ha dado orden a sus tropas de colaborar con los franceses que están bombardeando al llamado Estado Islámico. Rusia criticó a EEUU cuando anunció que lo haría sin el consentimiento de Damasco, pero ahora no ha dicho nada y Francia bombardea territorio sirio sin que lo haya autorizado el gobierno sirio.

Rusia tiene claros sus objetivos. Y aunque parezca paradójico, nada de lo que hace es sin el consentimiento del gobierno sirio. Es la vieja táctica del divide y vencerás. Rusia está golpeando la cuña que han introducido en Europa los atentados de París y se está desmoronando el rechazo categórico a permitir que Al-Asad juegue un papel en Siria.

Pero la UE tiene un problema; su vasallaje respecto a EEUU. Tras la victoria estratégica de Kuweries EEUU y Turquía han decidido moverse para evitar que el gobierno sirio controle los 70 kilómetros de la frontera que aún no están en manos kurdas y evitar que se unan territorialmente los cantones kurdos, con lo que toda la frontera quedaría en sus manos. O en las del gobierno sirio. No hay que perder de vista que los kurdos se mantienen digamos neutrales en la guerra y que colaboran con el gobierno sirio en amplias zonas del Kurdistán. Este va a ser ahora el gran campo de batalla en Siria. El mejor mapa que he encontrado os lo puse aquí.

EEUU y Turquía saben que el tiempo corre en su contra. El avance del Ejército Árabe Sirio es constante y cada día se recupera el control de pueblos y aldeas en dirección hacia la frontera. Para ello, y como también os dije, ha sido crucial la victoria de Kuweries. Mirad este mapa y veréis que son ya otros cuatro pueblos los recuperados tras romper el cerco de la base. Observad también que el avance sigue hacia el norte, es decir, hacia la frontera con Turquía. Esto es lo que quieren evitar a toda costa tanto EEUU como Turquía.


El Lince

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