jueves, 26 de noviembre de 2015

Cuando menos es más

¿Os habéis fijado cómo la famosa "Coalición de los 60", que diría Obama, lleva tres días ausente en Siria? La propaganda, tan rápida y hábil en otras ocasiones, no ha dicho ni una palabra de ataques al llamado Estado Islámico. Ni siquiera los aviones franceses han atacado. Hablan, dicen, pero mantienen la respiración hasta que a Rusia se le pase el cabreo por el derribo de su avión. Eso sólo tiene una traducción: miedo. Claro que en lenguaje diplomático eso es "rebajar la tensión".

Se están haciendo circular muchas cuestiones curiosas sobre el derribo del avión y cada vez está más claro que los rusos dicen la verdad y que Turquía miente. A mí esas historias no me interesan. Lo que me interesan son las preguntas y las respuestas que hay que hacerse ante un hecho así.

Por ejemplo, ¿cómo es posible que Turquía cometiese tal torpeza después de la cumbre del G-20, donde había mantenido Erdogan un encuentro personal con Putin y habían llegado a acuerdos jugosos sobre las relaciones bilaterales? Sólo se me ocurre una respuesta: alguien con mucho poder -y no, no me estoy refiriendo a Erdogan- ha tensado la cuerda para romper esos acuerdos. Y ese alguien son los militares turcos, muy dependientes de EEUU.

Que a los militares no les gusta Erdogan es evidente. Que dentro del partido de Erdogan, el AKP, hay una lucha de poder entre este personaje y lo que representa, y el candidato de los militares, Davutoglu, es una certeza. Que quien está ganando la batalla es Davutoglu, también. Más de la mitad de los ministros del nuevo gobierno son de su cuerda. Erdogan quería normalizar sus relaciones con Rusia, sobre todo en lo que respecta a la construcción del gasoducto Corriente Turca. Tanto que el 3 de noviembre pidió formalmente a Rusia otra rebaja sustancial, alrededor de 10 dólares, sobre el precio del gas, ya rebajado, como condición para reanudar los trabajos de construcción del mismo y que llevan parados varios meses. Davutoglu no lo tenía tan claro.

El 57% del gas que consume Turquía proviene de Rusia. Si el 3 de noviembre se apuesta por el acuerdo, ¿por qué 20 días más tarde se hace volar cualquier posibilidad de llevarlo a buen puerto? Tengo la impresión que los EEUU han presionado a los militares para que derribasen al avión y así dar al traste de forma definitiva con esa posibilidad. Si hubiese seguido adelante la construcción de ese gasoducto, la Unión Europea tendría asegurado el suministro sin los chantajes habituales de Ucrania, no se vería obligada a apoyar a este país neonazi y aumentaría su autonomía -la UE nunca será independiente- respecto a EEUU. Eso, y no otra cosa, es lo que buscaba Merkel cuando visitó Turquía justo antes de las elecciones del 1 de noviembre con la excusa de la crisis de los refugiados.

 Rusia no va a romper relaciones con Turquía ni a dejar de suministrar el gas, aunque hay presiones y muy fuertes para que lo haga. Pero sí se va a congelar sine die la construcción del gasoducto y eso sólo tiene un vencedor: EEUU, que sigue haciendo a la UE dependiente del gas ruso que atraviesa Ucrania. Y EEUU puede presionar a la UE a través de Ucrania.

Y lo hace, además, en unos momentos en los que la ofensiva de Alemania para aliviar las sanciones contra Rusia estaban en pleno apogeo. Aunque justo antes de la cumbre del G-20 EEUU, Alemania, Francia, Italia y Gran Bretaña decidieron mantenerlas hasta julio de 2016, Alemania ya ha manifestado que no hay motivo para mantenerlas más allá de ese tiempo. Es decir, las gallinas se alborotaban en el gallinero y la zorra ya no podía estar tranquila. Nada mejor, por lo tanto, que fabricar un conflicto indirecto y nada mejor que en un flanco que pocos esperaban pero que obliga a la UE, en tanto que miembro de la OTAN, a cerrar filas con EEUU. Curiosamente, Turquía es miembro de la OTAN, pero no de la UE. Y ha sido este país el elegido para lograr este objetivo.

Rusia está obligada a responder. Putin lo ha dicho con claridad y el envío de los S-400 ha puesto de los nervios a la OTAN, a EEUU y a todo el mundo. De ahí el silencio atronador que estamos viendo. Como digo, están a la espera de que a Rusia se le pase algo el cabreo.

Al mismo tiempo, no es fácil que lleguen con tanta alegría como hasta ahora los suministros que toda esta gente ofrecía a los moderadamente extremistas o extremistamente moderados. Y eso se está notando en el frente de batalla. El Ejército Árabe Sirio va liberando todos los días nuevos pueblos, ayer otros dos en la zona de Latakia donde cayó el avión, y estableciendo firmes cuñas que van tanto reduciendo el espacio de los extremistamente moderados o moderadamente extremistas como poniéndoles en peligro real de aniquilación. Por ejemplo, en Alepo. Mirad este mapa.


El Ejército Árabe Sirio (EAS) está a punto de hacer un "caldero", como se dice en el Donbás ucraniano a una maniobra envolvente que deja cercado al enemigo. Una vez que el cerco esté cerrado, ya sólo queda o la muerte o la rendición. Así que presumo que los patrocinadores de los extremistamente moderados o moderadamente extremistas pronto volverán a la palestra y a actuar para evitar un hecho de esta magnitud y una evidente derrota de sus "buenos chicos".

El gobierno sirio dice que hay fuertes combates en toda la zona y que los intentos de los moderadamente extremistas o extremistamente moderados por romper las líneas de sus tropas han fracasado uno tras otro. Debe ser verdad porque de nuevo han salido a la palestra los propagandistas habituales de las "víctimas civiles" para denunciar que se ataca pueblos, que se bombardean "convoyes humanitarios", etc. Esto ha ocurrido en la ciudad de Azaz, a 6 kilómetros de la frontera con Turquía y zona de los grupos extremistamente moderados o moderadamente extremistas turcomanos. Los reportes del gobierno sirio dicen que en los ataques han muerto tres importantes comandantes de estos grupos. En otras circunstancias Turquía habría dicho de todo, pero ahora ha callado. Por la cuenta que le tiene.

Pero no acaban ahí las cosas. El avance del Ejército Árabe Sirio se está produciendo también hacia el este, hacia Palmira, Tadmur, en árabe. Y ya la tiene a tiro, literalmente.



También ayer el EAS recuperó las granjas de al-Qadri, al norte de Palmira, y la cumbre de Tal Siriatel, que da a las puertas occidentales de la ciudad.

Estamos en vísperas de otros dos éxitos estratégicos: el caldero de Alepo y la liberación de Palmira. Habrá que dar las gracias a Turquía por derribar el avión ruso porque eso ha permitido que en estos tres días de silencios, de repliegues y de miedos de Occidente y sus muchachos (el menos) el EAS se haya afianzado y avanzado hasta objetivos de alto calado tanto político como simbólico (el más).

El Lince


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