miércoles, 26 de agosto de 2015

Los tres deseos para el genio de la lámpara

Una vez que el genio ha salido de la lámpara, quien le ha hecho salir le pide tres deseos. Eso es lo que dicen los cuentos infantiles. El capitalismo se está sosteniendo porque lo sostiene China. Pero el capitalismo es tan depredador que ha frotado tanto la lámpara china, para ver si era de oro, que de ella ha salido un genio que ya no se puede volver a meter en la lámpara. Ni se puede, ni quiere. Por eso, el capitalismo recurre a pedirle tres deseos. El primero, es que no rompa el mundo. Y en eso está el genio, poniendo parches y recursos para que no se rompa el mundo.

Lo que he visto va en la misma línea que lo que os dije anteriormente. China tiene un colchón de casi 900.000 millones de dólares para hacer lo que sea para evitar la crisis. Se ha gastado ya 106.000 millones de dólares, pero aún es mucho lo que tiene de respaldo. Claro que eso refuerza a EEUU, porque la moneda de la que se deshace es el dólar, de ahí que vuelva a estar fuerte.

El genio está trabajando en el primero de los deseos y lo está haciendo a conciencia. La recompensa es la entrada del yuan en la bolsa de monedas del FMI, es decir, que se considere una moneda de transacción financiera internacional. Así que no tiene que sorprender que el FMI haya dicho dos cosas: que es prematuro hablar de crisis en China y que es injusto culpar sólo a China por la caída en las bolsas mundiales.

El segundo deseo es que relance el comercio internacional. Pero eso, con China volcada en recomponer y expandir el mercado interno, es más difícil en estos momentos. China crecerá alrededor del 7% este año 2015, pero eso es considerado insuficiente por los famosos "mercados". Por eso hablan de "desaceleración" de la economía china. Los medios chinos que he podido consultar, algunos claramente izquierdistas, o sea, maoístas, dicen que la política actual de China consiste en programas de estímulo diseñado para aumentar la capacidad de los consumidores frente a la crisis de sobreproducción global pero que ello no ha disuadido a las élites empresariales y políticas de China para intensificar el nivel de explotación de los trabajadores. Traducido, como cada vez hay una mayor conciencia de clase, y como cada vez hay mayores reivindicaciones sindicales, salariales y sociales, las empresas tienen a "deslocalizarse", a buscar, dentro de China, lugares donde puedan seguir consiguiendo mano de obra barata. Pero eso no puede hacerse de la noche a la mañana.

Esto ha provocado un rechazo cada vez mayor a la aceptación del desarrollo capitalista tal y como hasta ahora se ha impulsado. Cada vez hay una mayor simpatía hacia el maoísmo por parte de la gente joven que no lo ha vivido y miran las experiencias del socialismo chino, anterior a Deng Xiaoping, como una herramienta válida para pensar en otras soluciones a las que ofrece la actual estructura política dirigente. El genio tiene mucho trabajo con el segundo deseo.

Y el tercero es que no se vea afectada la posición internacional de China. Por ello está tranquilizando a todo el mundo y reforzando el trabajo del genio en el primer deseo: que el capitalismo no se caiga. Pero, al mismo tiempo, está actuando como el dios griego Jano, el de las dos caras. Mientras hace eso, camina muy discretamente por otra ruta: continúa comprando oro. O sea, continúa cimentando ese otro orden mundial del que venimos hablando y que está centrado en Eurasia y en la Nueva Ruta de la Seda, con todas sus instituciones añadidas. Curiosamente, China había hecho pública por última vez en 2009 su volumen de existencias de oro. Ahora lo ha vuelto a hacer, en plena movida. Mirad:



Entretenidos como estamos en si las bolsas suben o bajan -¡qué pena siento cuando veo lo que pierden los millonarios y los especuladores!- no hacemos caso a otros indicativos. El Banco Central de China dice que las reservas de oro han aumentado el 57% sólo en lo que va de año. Fijaros en las fechas y sacad vuestras propias conclusiones.

Como os he dicho que soy muy malo en matemáticas, no voy a seguir más pero me hago una pregunta: ¿cuántos de los 106.000 millones de dólares que lleva gastados China en estabilizar la situación, en cumplir con el primer deseo pedido al genio, se han destinado a la compra de oro?

El Lince

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