miércoles, 15 de julio de 2015

Meligalas

Se acumulan los temas, con el acuerdo nuclear con Irán en primer término. Pero merece la pena continuar con Grecia porque en las manifestaciones de estos días en contra de la humillación de Syriza y la capitulación total de Grecia ha aparecido un lema que dice mucho acerca del estado de ánimo de "la gente", como dirían las mentes "lúcidas" de Podemos y compañía. Este lema es una sola palabra: Meligalas. Una palabra repetida hasta la ronquera, un estado de ánimo que indica bien a las claras lo que "la gente", o una parte muy significativa de "la gente", quiere hacer con la otra derecha, o sea, con Syriza. Una palabra, una sola, monótona, machacona, sintomática: Meligalas, Me-li-ga-las, Me-li-ga-las, Me-li-gas-las.

Meligalas es una ciudad que está situada en el Peloponeso, en el sur de Grecia. Es una ciudad pequeña, pero simbólica en la historia de la lucha antifascista en Grecia. Cuando los alemanes se retiraron del país, en 1944, quedaban grupos paramilitares conocidos como Batallones de Seguridad, creados y financiados por los nazis y de abierta simpatía con ellos. Estos colaboracionistas, responsables de la muerte de miles de griegos, hicieron de Meligalas su capital. En septiembre de 1944, la guerrilla del Ejército Nacional de Liberación Popular (ELAS), dirigida por el carismático Aris Velujiotis, del que ya os hablé, atacó Meligalas tras asesinar los colaboracionistas a los miembros de la resistencia antifascista de la ciudad. El ELAS no tuvo piedad con los colaboracionistas y varios de ellos fueron linchados, literalmente, por los habitantes de Meligalas. Aquí tenéis un vídeo excepcional del ELAS comandado por Aris Velujiotis, a quien se puede ver caminando con su Estado Mayor en las calles de Meligalas.



El que se oiga ahora el nombre de Meligalas en las manifestaciones es bueno, muy bueno. Pone de manifiesto cómo están los ánimos y cómo "la gente", o una parte muy importante de "la gente", considera colaboracionistas del neonazismo imperante en la UE a Syriza y a Tsipras. Esta otra derecha está ocupando el mismo lugar que los colaboracionistas nazis de 1940-44. Y así hay que tratarla. En Grecia y en todas partes.

Ahora va a resultar que el único rojo del gobierno de Syriza era Varoufakis, el ministro de Economía que dimitió tras el referéndum del día 5 y que tantos quebraderos de cabeza causó a "las instituciones", antes llamadas troika. Casi todo lo que dijo se está cumpliendo, casi todo lo que propuso se vuelve a proponer ahora, cuando Tsipras ha firmado la humillación de Grecia, como el pago con pagarés hasta que haya financiación del Banco Central Europeo. Eso lo sugiere ahora Alemania.

La humillación de Syriza pasará a los libros de historia de la llamada izquierda. Me he tomado la molestia de leer el documento y pone los pelos de punta. Hay cosas como la rebaja de las pensiones, el aumento de la edad de jubilación (con un llamamiento implícito a no hacer caso de la resolución del Tribunal Constitucional de 2012 sobre las pensiones, un año en el que gobernaba la derecha clásica, y que echaba por tierra una reducción de las mismas), la aceleración de las ejecuciones hipotecarias y los desahucios (se habla textualmente de "acción decisiva contra la morosidad"), la apertura masiva de comercios en domingo, la privatización de la red eléctrica, la modificación de la negociación colectiva (una de las batallas históricas del capitalismo para quitar peso a los sindicatos), la implantación del despido colectivo, la precarización de los contratos de trabajo, la implantación de medidas "para una mayor y mejor gobernabilidad de los bancos" (es decir, el gobierno griego tendrá cero control sobre ellos), privatizaciones a gran escala (hasta los 50.000 millones de euros), despido de funcionarios y lo más sorprendente: "la modificación de las medidas legislativas que se introdujeron en contra del acuerdo [firmado con el gobierno anterior de la derecha clásica de Nueva Democracia] el 20 de febrero [ya son Syriza en el gobierno]", es decir, arrojar a la basura las disposiciones supuestamente progres que Syriza ha ido aprobando estos cinco meses.

Como os dije, hoy se vota y hay una pequeña rebelión de Syriza que será solventada con el abrazo de las dos derechas, la clásica y la otra derecha que representa hoy Syriza. El gobierno de unidad nacional que existe de facto está trabajando a todo gas y hay encuestas en las que se dice que Tsipras cuenta con el apoyo del 72% de la población. Es decir, que toda la derecha clásica en bloque apoya a Tsipras, que es ahora su candidato ideal.

Por eso me parecía importante fijarme en un lema, en ese lema que se oye en las manifestaciones de ayer y de hoy: Meligalas. Lo que representa está en la memoria, esperemos que viva, de Grecia.

El Lince

3 comentarios:

  1. El nunca lo haria

    Autor: Borroka garaia da!

    Estas últimas horas me estoy acordando de Loukanikos. Ese perro callejero griego que siempre acompañó todas las protestas anti-troika, anti-capitalistas y pro-justicia social, que se enfrentó a la policía y protegió al pueblo con todo lo que tenía, que acabó enfermando según explicaron los veterinarios que lo trataron, en gran medida por los productos químicos y gases lacrimógenos policiales que había estado inhalando constantemente. Ante su estado grave y deteriorado de salud, fue adoptado por un activista que lo cuidó en sus últimos meses de vida.

    Y de la misma manera que un perro callejero nunca se equivoca a que lado está cada cual de la barricada , la izquierda desde luego que si que lo hace. Sino no se puede entender que el pueblo griego mayoritariamente en las urnas echara atrás un proceso que le iba a enquistar en la miseria para que la clase política que dice representarlo apenas horas después esté dispuesta a llevar a cabo un proceso aún peor que el rechazado.

    Esto es la guerra como bien lo sabía Louk. La guerra del capital contra pueblos y clase trabajadora, En las guerras no se convence al enemigo y cuando se vacían las calles para llenar las urnas, al final no queda ni urnas ni calle. Las enseñanzas que nos está dejando Grecia son las enseñanzas históricas y universales del fracaso de la izquierda conciliadora y socialdemócrata con el enemigo de clase.

    Pero no es solo el fracaso de la izquierda reformista, es también el fracaso de la izquierda revolucionaria. Porque a pesar de haber quedado demostrado una vez mas que tanto el ala izquierda de Syriza tenía razón, es el ala derecha de Syriza el que ha acabado moviendo los hilos, porque a pesar de que KKE o Antarsya tenían razón, se ven incapaces de aunar a partes importantes del pueblo detrás, porque a pesar de que el movimiento social, o el movimiento libertario tenían razón se han quedado en una esquina marginados.

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  2. Por lo que no es suficiente con tener razón, y como probable y desgraciadamente la izquierda reformista de ahora en adelante tendrá el peligro evidente de jugar un papel terrible como justificadora de la gestión de la represión y de medidas crueles e inhumanas contra el pueblo griego, la izquierda revolucionaria tendrá que repensarse para convertirse en una alternativa de ruptura en base a la confrontación popular, y no de gestión posibilista, y ponerse al pueblo detrás. Algo que no es exclusivo de Grecia sino una obligación para toda la izquierda sana que queda en Europa. Grecia ha servido para no perder mas tiempo, para evitarnos quizás mas de una década de espera a lo que estaba por venir de seguir así y de acatar los paradigmas de la nueva socialdemocracia que es tan vieja como no proponer salidas estratégicas y hundir al pueblo en la táctica de intentar hacer amable lo que no lo es.

    No es solo el fracaso de la izquierda reformista y de la izquierda revolucionaria griega. Es el fracaso de toda la izquierda europea, también de la vasca. De la venta de ilusiones y no de trabajar un objetivo estratégico que pase por la salida de la UE y la OTAN e iniciar un camino nuevo y mejor.

    El perro Louk no era un caso excepcional ni una rareza. Ni era fruto de ningún adiestramiento. Al contrario. Está comprobado que los animales de la calle, muy especialmente los perros callejeros, en protestas sociales, de alguna forma se sienten parte del pueblo y saben donde está la barricada y en que lado está el autoritarismo y cada cual. En Grecia Louk no fue el único, hay muchos más. En las protestas estudiantiles de Chile, la primera linea de la kale borroka siempre está repleta de perros callejeros que se enfrentan a los chorros de agua a presión, impiden detenciones y aportan seguridad en avanzadillas. Los adiestrados son los perros de la policía en su doble sentido y los que aceptan su orden. Un orden anti-natural para mentes atrofiadas.

    La mirada de un perro callejero es más justa que prácticamente casi todos los sistemas políticos, sociales y económicos del mundo actual. Louk no era una persona, ni un político, tampoco sabía de teorías, era un simple perro callejero y precisamente lo que necesita la izquierda europea es recuperar esa mirada justa y abandonar el cálculo.

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  3. Gracias El Lince por tus analisis y por acercarnos otras realidades.

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