miércoles, 29 de abril de 2015

Sa tuvo mucho miedo

Sa es una muchacha de Cu Chi. Es necesario saber bien lo que es Cu Chi para comprender lo que significa ser una muchacha de este lugar. Cu Chi es un distrito rural que se extiende a lo largo de la carretera Nº 8, que une Saigón a Tay Ninh. Cu Chi era un pedazo de tierra apacible, un pequeño paraíso de 150 km cuadrados, atravesado por un río de suave corriente. Grandes huertos de frutales, extensos bosques de cauchos, sembrados interminables; un vergel que devolvía el trabajo del hombre convertido en riquezas.

Eso fue antes de los americanos. La rabia yanqui se desencadenó sobre Cu Chi porque sus habitantes no aceptaron nunca ni al invasor extranjero ni al miserable títere que puso a su servicio y le vendió la patria. Cu Chi está en la misma puerta de Saigón, y los generales yanquis determinaron: o sometido o exterminado. O esclavo o muerto. Los de Cu Chi sólo tenían una respuesta: la de los patriotas. Y comenzaron la lucha contra yanquis y títeres.

Miles de toneladas de bombas cayeron en forma de lluvia, que se quería fuera exterminadora, sobre Cu Chi. Metralla, napalm, productor tóxicos. Un diluvio de hierro y fuego. La guerra contra los niños, contra las mujeres, contra el ganado, contra las aves de corral, contra la vegetación. Los yanquis y sus títeres proclamaron muchas veces: "Cu Chi no existe, ha sido borrado del mapa".

Pero Cu Chi está allí. La vida se traslada bajo tierra, emerge inesperadamente para cercar al enemigo y destruirlo. Cu Chi permanece indomable. Los guerrilleros surgen siempre inesperados, dan caza y destruyen a los grandes tanques yanquis, organizan emboscadas que enloquecen al enemigo, asestan golpes terribles y desaparecen.

Allí, en la misma puerta de Saigón, invulnerable, invencible y vencedor está Cu Chi. Un símbolo de toda la tierra vietnamita.

Sa es una muchacha de Cu Chi. Es tan pequeña, tan menuda y aparentemente tan frágil que todos se dirigen a ella pensándola una niña. La primera vez que pidió un fusil la ofendieron terriblemente, se le humedecieron los ojos y corrió a esconderse en un rincón. Eso era injusto. Pero poco después se incorporó a un grupo guerrillero, a la cocina del grupo, a trabajos de producción, a los cultivos. Disciplinadamente, Sa aceptó. Pero la pena asomaba a sus ojos aunque cumplía con responsabilidad con su deber. Así que los guerrilleros decidieron darle un fusil, aunque sólo para familiarizarse con él, armarlo, desarmarlo, llevarlo al hombro. Aun así, Sa se sintió enormemente feliz.

Entonces los yanquis intentaron una "operación de limpieza" en Cu Chi. Los guerrilleros les estaban esperando, en sus posiciones de combate de la complicada red de zanjas, trincheras. Rechazaron a los yanquis gracias al complejo dispositivo de zanjas, túneles, pasadizos y trincheras por las que se mueven los de Cu Chi.

En los últimos minutos del combate, el jefe guerrillero se inquietó al ver que de la dirección donde estaba Sa llegaban disparos, uno y otro, uno y otro, espaciados. Ordenó que un grupo se desplazase donde estaba la muchacha, pero al llegar hasta ella lo que vieron fue los cuerpos de cinco marines muertos. Los guerrilleros miraban a Sa, que sonreía tímidamente. Le preguntaron cómo lo hizo y la joven respondió, sin dejar su tímida sonrisa, "disparé por miedo". Disparó cinco veces por miedo y cinco marines dejaron de agredir a Cu Chi.

Sa es una muchacha de Cu Chi. Es necesario saber bien qué es Cu Chi para comprender lo que significa ser una muchacha de este lugar.

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Este texto es un relato verídico de un maravilloso libro editado en Cuba en 1987 que lleva por título "Niños de Vietnam", escrito por Félix Pita Rodríguez, que estuvo varias veces en el país asiático entre 1966 y 1975 conociendo personalmente a Ho Chi Minh.

Hace 40 años el imperialismo estadounidense sufrió su primera gran y humillante derrota en Vietnam. Cu Chi jugó un papel fundamental, como tantas otras ciudades, en esa derrota. El 30 de abril de 1975 fue liberada Saigón, hoy Ciudad Ho Chi Minh. Los túneles de Cu Chi han pasado a la historia y los vietnamitas están orgullosos de ello. Hay decenas de vídeos de esos emblemáticos túneles, pero os dejo los vietnamitas como homenaje a este pueblo y a su gesta.



El Lince

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